Cada 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos para recordar la importancia de los océanos en la vida en la Tierra y concienciar acerca de su delicada situación. La idea de esta jornada fue propuesta en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro con el objetivo de reivindicar el papel de los mares y unir a los pueblos en torno a esta causa.
Los océanos son los pulmones del planeta. Proporcionan la mayor parte del oxígeno que respiramos, regulan el clima y el tiempo, y aportan toda clase beneficiosos para el medio ambiente y la sociedad. De sus entrañas sacamos alimento y medicinas, siendo la principal fuente de proteínas para al menos una de cada cuatro personas en el mundo. Este rendimiento se ve amenazado constantemente por prácticas humanas en forma de contaminación de todo tipo. En este sentido, destaca el papel del plástico, responsable de la muerte de un millón de aves marinas y de
10. 000 mamíferos marinos al año.
Por esta razón, cada 8 de junio celebramos el Día Mundial de los Océanos para recordar la importancia de los océanos en la vida en la Tierra y concienciar acerca de su delicada situación. La idea de esta jornada fue propuesta en 1992 en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro con el objetivo de reivindicar el papel de los mares y unir a los pueblos en torno a esta causa. Asimismo, se trata de una fecha para celebrar la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos.
Ocho millones de toneladas de plástico acaban en el mar cada año
De acuerdo con las Naciones Unidas, la opinión pública necesita interiorizar las terribles consecuencias que nuestras actividades están acarreando en los mares. En 2018, bajo el lema «Limpiemos nuestros océanos», la celebración se focaliza en las iniciativas para prevenir la contaminación por plástico y proponer soluciones para unos océanos más limpios. Según informa la ONU, el 80% de la contaminación en los océanos está causada por los seres humanos. En este sentido, ocho millones de toneladas de plástico al año acaban en los océanos, causando estragos en la vida y el turismo. Por ejemplo, el plástico ingerido por los peces termina frecuentemente en nuestro plato, lo que puede producir fatales secuelas en nuestro cuerpo.
Desde nuestra posición como ciudadanos podemos tomar la iniciativa en nuestro día a día y reducir el consumo de este material, además de reciclar siempre aquello que utilicemos.
Entre el 5 y 9 de junio de 2017 se celebró la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre los océanos. Este foro significó una oportunidad magnífica para que las conciencias del planeta encararan de una vez por todas el deterioro de la salud de los mares concretando soluciones.
En definitiva, se trata de una jornada imprescindible para recalcar la importancia de los océanos en nuestra vida. Alimentación, salud, ecosistema; todas ellas materias que se nutren esencialmente de los mares. La fecha insiste en el problema de los plásticos y nuestro papel será esencial para asegurar la conservación de las aguas.