Todos son software maliciosos, pero no todos se comportan de la misma manera ni causan el mismo daño.
Muchos usuarios de Windows consideran que cuando el ordenador no les está funcionando de forma correcta es que se han visto infectados por un virus. Este nombre lo usan para describir cualquier tipo de mal comportamiento que se presente mientras se usa el sistema operativo. En muchos casos tampoco saben que existen varios tipos de infecciones: spyware, adware, gusanos o troyanos. Todos tienen sus propias características y afectan a la PC de manera distinta.
Todos son malware
Los virus, gusanos, troyanos y demás son malware. Esta palabra es una versión corta para designar código malicioso o un software malicioso. Todos estos programas están diseñados para hacer daño, robar o infligir acciones ilegitimas en ordenadores individuales o redes completas.
Existen muchas clases de malwares y ellos se propagan de distintas formas: algunas veces vienen dentro de un programa que estamos instalando, en otros casos utilizan alguna vulnerabilidad en el sistema operativo o el navegador, pero usualmente son instalados por alguna acción del usuario, como hacer clic en un archivo adjunto de correo o descarga algo en Internet.
Los tipos de malware y sus diferencias
1. Virus. Este término se usa de forma genérica para darle nombre a un software malicioso que trata de hacer estragos en el ordenador. Sin embargo, la palabra correcta es malware. La característica principal del virus es que se reproduce a si mismo luego de anclarse a algún proceso del sistema operativo, justamente como su versión biológica.
2. Gusano. Este programa también se reproduce a si mismo, pero generalmente no se ancla a ningún proceso. Los gusanos suelen correr en el fondo del sistema como un programa propio. Los gusanos suelen esparcirse rápidamente porque aprovechan las vulnerabilidades del sistema, y a veces son difíciles de detectar porque se valen de métodos de transporte de información que el sistema operativo tiene integrado.
3. Troyano. Los troyanos se disfrazan de software con buenos propósitos, pero terminan comportándose de forma maliciosa. Es decir, se ven como programas legítimos pero están hechos para engañar al usuario y hacer daño al sistema. Los troyanos pueden hacer cosas como mostrar pop-ups, robar datos, borrar archivos y hasta instalar otros tipos de malware.
4. Adware. Este tipo de amenazas no entran en la misma categoría de los virus, gusanos o troyanos. Para infectar un sistema operativo el Adware usualmente se instala junto a otro software que lo cuela en su instalador, y generalmente se puede eliminar si se desinstala el programa. El adware sirve para entregar publicidad de forma invasiva y en la mayoría de los casos se utiliza para conseguir más información de la que el usuario quiere dar. Por eso su nombre en inglés comienza con la palabra “ad“, que significa “anuncio”.
5. Spyware. Este software monitorea el ordenador donde está instalado, y recolecta información para ser entregada al tercero que lo ha creado. Puede no ser una gran amenaza para el usuario, como por ejemplo cuando visitamos una página web y toman información nuestra para hacer la navegación más eficiente cuando regresemos a ella. Sin embargo, en algunos casos puede ser muy dañino e invasivo, monitoreando hasta lo que escribes en tu teclado o a dónde mueves el mouse.