Educación en valores: una enseñanza que deja huella

En un mundo que cambia a gran velocidad, la educación no puede limitarse a transmitir conocimientos. Más que nunca, necesitamos una enseñanza con valores que forme ciudadanos críticos, empáticos y comprometidos con su entorno. Esta es la visión que defiende César Bona, uno de los maestros más reconocidos de España, que lleva años recordándonos que educar es mucho más que enseñar.

El nuevo protagonista de Mejor Conectados, iniciativa de Telefónica, afirma que educar es acompañar, inspirar y construir futuro desde el respeto y la empatía.

¿Qué significa educar en valores?

La educación en valores va más allá de los contenidos académicos. No se trata de una asignatura adicional, sino de una forma de entender la enseñanza. Educar en valores implica integrar principios como la solidaridad, la tolerancia, la responsabilidad y la honestidad en el día a día del aula. Es enseñar no solo con palabras, sino con el ejemplo.

César Bona profesor Mejor Conectados

Como señala César Bona a Mejor Conectados, los valores no se imponen: se viven. Cada gesto del docente, cada mirada, cada conversación, puede convertirse en una oportunidad para enseñar lo que realmente importa. Porque los niños no aprenden solo lo que decimos, sino lo que somos.

Esta forma de educar reconoce que cada alumno es único y valioso. Y que para aprender de verdad, es necesario crear espacios seguros donde puedan equivocarse sin miedo, expresarse libremente y sentirse escuchados. Así, errar deja de ser un fracaso para convertirse en parte natural del aprendizaje.

Claves para una enseñanza basada en valores

César Bona insiste en que los grandes cambios empiezan con gestos pequeños. Por eso, en una educación basada en valores, el profesor no es solo un transmisor de conocimientos: es un referente. Su actitud, su coherencia y su capacidad de escucha son herramientas tan importantes como el temario.

césar bona mejor conectados fondo

Fomentar el pensamiento crítico es una de las claves. En una sociedad saturada de información, enseñar a los estudiantes a hacerse preguntas, contrastar fuentes y desarrollar su propio criterio es fundamental. Se trata de formar personas activas, no meros receptores.

Otra pieza clave es el esfuerzo. Pero no como sacrificio, sino como actitud ante la vida. Educar en valores implica mostrar que el compromiso, la constancia y la superación personal tienen un valor en sí mismos. No se trata de hacerlo perfecto, sino de dar lo mejor de uno mismo cada día.

En definitiva, la educación con valores transforma. No es una moda ni un añadido, sino la esencia de lo que significa enseñar. Como dice Bona, «educar no es llenar la cabeza, sino tocar corazones». Y esa huella, la que deja un buen maestro en sus alumnos, es la que realmente perdura.

Educar no es llenar la cabeza, sino tocar corazones.

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