El VAR o videoarbitraje ha llegado para quedarse. Aunque muchos opinan que ralentiza en exceso los partidos, hay lances del juego que lo hacen mucho más, y nunca se han adoptado medidas serias para reducir el tiempo gastado en ellos.
En su día, hablamos de cómo el VAR o videoarbitraje era una de las grandes novedades tecnológicas del Mundial de Rusia 2018. Tras décadas con fallos de arbitraje graves en aspectos como faltas en goles, o fueras de juego inexistentes pitados o existentes no pitados, había que hacer algo. Para la FIFA, tras intensos debates, la solución ideal ha sido incorporar una gran cantidad de cámaras y una sala de árbitros que informen al árbitro de algunas jugadas polémicas.
En general, en el Mundial de Rusia 2018, el VAR está funcionando muy bien. Es algo que opina la mayoría de periodistas que cubre el evento y la propia FIFA. No todas, pero muchas jugadas polémicas se han resuelto con su aportación a ojos del árbitro en la pantalla situada en el lateral del campo o simplemente con comunicación con pinganillo. Sin embargo, para mucha parte del público, reacia a la incorporación de la tecnología en el deporte, el VAR sólo ralentiza el juego, eliminando el ritmo y matando la esencia.
Sin embargo, la capacidad de recolección de datos que existe a día de hoy es impresionante. Aunque el fútbol aún está lejos del baloncesto (sobre todo NBA) en ese sentido, donde ya se usa analítica avanzada a muy alto nivel, sí que hay organismos y empresas que están haciendo un gran trabajo. Un ejemplo de ello es FiveThirtyEight, que ha analizado el efecto en tiempo del VAR en el Mundial de Rusia 2018.
Tal y como se ve en el gráfico, lo que más ralentiza un partido del Mundial 2018 de Rusia, después de los 32 primeros partidos, son los tiros libres, restando más de 10 minutos a tiempo con la pelota en juego. Tras ello, están el tiempo de banda que se emplea en los saques de banda, que se llevan casi ocho minutos de cada partido, el 8% de tiempo del juego.
Así, el tiempo empleado para el VAR está entre los últimos sucesos de la lista, y de media sólo se pierden 30 segundos por partido, un 0,5% del tiempo de cada uno. Hablamos de que el VAR supone un 4% del tiempo empleado en sacar faltas, algo en lo que nunca se repara porque está muy interiorizado que ese tiempo es necesario para colocar a los jugadores, al lanzador o a la barrera, así como para indicaciones arbitrales que en este campeonato se están produciendo mucho.
Es cierto que en muchos partidos el VAR ralentiza más el juego de lo que puede considerarse adecuado, pero de media no es así. Y hay que añadir que cuando se usa más de la cuenta, es para hacer justicia, no por capricho del árbitro. El fútbol se ha beneficiado enormemente de esta asistencia, y el tiempo no hará más que reforzar esta idea.