La tecnología ya no solo reconoce música, ahora el arte se suma a la lista. Smartify es la nueva aplicación para que los visitantes de un museo tengan acceso simultáneo a la información acerca de la obra que tienen delante. La pantalla de su móvil se convierte así en la mejor enciclopedia de arte de la historia.
El cofundador de Smartify ThanosKokkiniotis lo describe como una combinación del servicio de música Spotify y la aplicación de reconocimiento de música Shazam, pero para trabajos visuales. Gracias a la tecnología de realidad aumentada que se pone a nuestro servicio podemos no solo conocer todos los datos relativos a la obra, sino incluso crear nuestro propio catálogo guardando una copia digital en nuestro móvil. La experiencia virtual crece y se integra cada vez más como una nueva forma de consumir el arte. Los sentidos ya no solo fijan su mirada a un elemento estático y físico, ahora se desvían disfrutando de una experiencia complementaria tras la pantalla en tiempo real. Junto al reconocimiento facial, Smartify genera una nueva tendencia para disfrutar del arte, incluso fuera de las instituciones. Por ejemplo, si escaneas una postal sobre la Mona Lisa, accederás a la misma información como si tuvieras la obra original delante.
El funcionamiento de la aplicación se basa en tomar como muestra la imagen capturada a través de la pantalla del smartphone, recurrir a una base de datos con las obras almacenadas y posteriormente identificarlas para lanzar al usuario la información y curiosidades de la obra analizada. El desafío llega con la precisión a la hora de reconocer la obra a través de la imagen (con calidad o sin ella) de nuestro móvil. Los servidores del programa son los encargados de este proceso de reconocimiento de imagen y, por lo tanto, tienen que ser lo suficientemente sofisticados como para detectar qué hay en la imagen captada con el teléfono, independientemente de cuál sea la calidad de la cámara, del ángulo de la foto o de la iluminación del objeto. Gracias a que este sistema se aleja de una fiel comparación con la imagen de muestra, usando como base un conjunto de fotografías distintas previamente analizadas. Un método que aprende por sí mismo, cuanto más se utiliza más aumenta su precisión para identificar las obras. Según el co-fundador de la aplicación Kokkiniotis, cuando el ordenador acierta se suma un punto positivo que acelera y mejora su capacidad de respuesta para identificar las muestras siguientes.
La aplicación se lanzará en mayo para obras seleccionadas en el Louvre en París, Francia, y el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, y todas las obras de arte en el Rijksmuseum de Amsterdam y la Colección Wallace en Londres.
Los museos apuestan por la realidad aumentada
Sin duda alguna, la realidad aumentada parece encajar perfectamente con el arte y sus obras. Desde hace algunos años, varios museos se han hecho partícipes de esta tecnología con la finalidad de enriquecer la experiencia artística. Como anunciábamos en el BlogThinkbig.com, instituciones como el British Museum va incluso más allá y facilita a los amantes el esquema de 14 obras concretas con la posibilidad de poder imprimirlas en 3D y obtener así una recreación personal del ejemplar. Por su parte, el Museo de Bellas Artes de Virginia creó un retrato del artista Picasso formado por códigos QR que proporcionan información sobre el museo. Pero además, desde el BlogThinkBig.com afirmamos que esta tendencia digital artística no es solo un hecho exclusivo de las instituciones, los ciudadanos de a pie y gracias a la tecnología se convierten en co-creadores. Surge la ciencia ciudadana artística, donde profesionales amantes del tema y cualquier persona interesada son bienvenidos para participar en este experimento social. Nuevas manifestaciones artísticas se crean gracias a la colaboración ciudadana, bajo temáticas científicas, tecnológicas, sociales, políticas, económicas o medioambientales.
Otros programas que capturan el mundo
El Big data es el nuevo conquistador del mundo digitalizado, una civilización llena de datos al servicio de las plataformas. En este contexto, y desde el BlogThinkBig.com, coronamos a Shazam como la aplicación por excelencia para analizar qué es lo que está sonando. Abrimos la app, dejamos que escuche la música que nos rodea y nos identifica la canción que suena así como dónde podemos encontrarla. Pero ya no solo se queda en reconocer aquellos temas desconocidos por nosotros, sino que utiliza esas consultas generadas en todo el mundo (15 millones de búsquedas cada día) para poder predecir qué artistas, singles, etc. serán los próximos éxitos. Por tanto, la plataforma añade un servicio adicional al de reconocimiento auditivo, ya que, combinada con funciones como la ubicación y la hora de consulta, es posible predecir qué temas o artistas generan más interés y serán tendencia en todo el mundo.
El arte o la música no sólo quedan capturados por estas plataformas. Desde el BlogThinkBig.com os contamos cómo algo tan vital para la vida como las plantas también pueden ser reconocidas gracias a nuestro teléfono móvil. PlanetNet es considerado el Shazam de las plantas. De hecho, 4.000 especies quedan recogidas ya en su base de datos listas para ser reconocidas por cualquier usuario o seguidor del mundo vegetal. El nacimiento de esta plataforma representa el fruto del esfuerzo colectivo de investigadores amantes de la naturaleza, para así conocer mejor nuestro entorno natural y concienciarnos para su proteccióny conservación.
Pasaportes a la basura
Lo último en reconocimiento facial desafía a los documentos oficiales impresos. Parece ser que tendremos que olvidarnos de las fotos tamaño carnet para nuestro DNI o Pasaporte como el mejor elemento para identificarnos. Desde el BlogThinkBig.com os contamos la última apuesta en este caso por parte del gobierno australiano con su proyecto SeamlessTraveler.
El control de pasaportes y el paso por los controles de seguridad se llevarán a cabo a través de un sistema de reconocimiento facial y del iris, sin olvidarnos de las huellas. El proyecto pretende eliminar la lentitud de los controles de pasajeros y así facilitar a los encargados de seguridad centrarse en el pequeño grupo susceptible de ser más peligroso para la seguridad del país. La comodidad al servicio de los viajeros.
La inteligencia artificial se pone al servicio del arte y coge de él su belleza, incluso pasar ser creadora de obras propias. Como anunciábamos en el BlogThinkBig.com, la inteligencia se hace artificialmente bella. Captura, analiza, guarda e incluso crea. Bienvenidos al arte de lo digital.