Al comienzo de la pandemia, la librería online de cómics WASH (que responde a las siglas We Are Super Heroes), lanzó una serie de ilustraciones en homenaje a los héroes y heroínas del presente como los limpiadores o los enfermeros.
A pesar de poder haber seguido vendiendo cómics de manera online, como ya hacían antes del confinamiento, esta empresa española decidió no hacerlo para no poner en riesgo a nadie. No querían que por su interés económica, sus empaquetadores, los repartidores o los clientes corrieran peligro de contagio.
Así, como no podían vender historias de los clásicos superhéroes, decidieron darle voz a los superhéroes del momento. Es decir, a todos aquellos que llevan jugándose la vida desde que saltó la Covid-19 a nuestra realidad, como los policías, los médicos o los mensajeros de Correos.
Un homenaje en forma de cómic
WASH representa a todos estos salvadores en la serie Tiempo de Superhéroes, que cuenta con 15 portadas diseñadas por ilustradores españoles. Estos han conseguido viralizarlo en redes sociales desde que se pusieron manos a la obra el pasado 16 de marzo.
Desde el inicio, la clave del proyecto era mostrar cotidianidad y que todo el mundo pudiera sentirse identificado con los protagonistas, incluidos los propios ilustradores. Así es cómo muchos de ellos se han inspirado en trabajadores cercanos para crear sus dibujos.
Ejemplo de ello son los ilustradores Marcos Álvarez y Jaime González. El primero, que firma la portada ‘The golden cleaners’, se inspiró en su madre, empleada de la limpieza en las estaciones de Renfe y que no ha dejado de trabajar desde que comenzó la pandemia.
El segundo, Jimmy, se descantó por los riders, que no han dejado de pedalear desde que empezó el Estado de Alarma. Según explica, lo ha hecho porque él mismo fue uno de ellos hasta hace poco.
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¿Se puede adquirir en papel Tiempo de Superhéroes?
De momento, WASH no ha convertido esta serie en una tirada de cómics en papel, aunque Nacho Marugán, el dueño de WASH, no niega que pueda ocurrir. Él afirma que todo dependerá de los ilustradores, pues serán ellos quienes pongan el precio. En caso de que se lance al papel la empresa no se quedará nada de los beneficios.
Asimismo, tampoco pretenden ampliar el número de ilustraciones, aunque muchas ideas se hayan quedado fuera como la del Samur o los conductores de transporte público.
Por ahora, tendremos que conformarnos con verlas proyectadas en la Gran Vía de Madrid, en las pantallas de Callao, ¡qué no es poco!