El impacto de la inteligencia artificial en la sociedad y economía

La Inteligencia Artificial (IA) está en boca de todos. Ya sea para alabar sus beneficios y su potencial o para señalar sus peligros y el riesgo que puede presentar. La sociedad, por el momento, se encuentra polarizada en la opinión acerca de su uso. 

Según un estudio llevado a cabo por Boston Consulting Group (BCG), el 53% de los trabajadores españoles ven con buenos ojos el uso de la IA en el espacio laboral. Una cifra muy similar a los datos mundiales, que se sitúan un punto por debajo, en 52%. 

El mismo estudio recoge que el 58% admite que ya se está implementando la IA en su día a día laboral. Es decir, más de la mitad ya están trabajando con este tipo de tecnologías. 

El potencial con el que cuenta la IA para la industria es máximo y se está viendo que, en un mundo donde los datos son esenciales, la capacidad de analizarlos e interpretarlos en el mínimo tiempo posible es la clave que están buscando muchas compañías. 

La IA es la mejor herramienta para llevar a cabo este trabajo y sacar el máximo potencial económico en provecho de la sociedad.  

El potencial económico de la inteligencia artificial 

Desde Telefónica hemos presentado un documento titulado: “Inteligencia Artificial: innovación, ética y regulación”, en el que se señala que la IA puede generar un aumento en la productividad europea de entre el 11% y el 37% hasta 2035. También afirma que en la producción economía mundial se puede generar, en 2030, un aumento de 13 billones de dólares. La inversión también se verá reflejada en el PIB mundial, que subirá un 1,3% anual. 

Pero, aterrizando el concepto de la IA en la industria y llevándolo al día a día de las empresas, ¿qué beneficios puede reportar incluir este tipo de tecnología? Al adaptar la IA y otras tecnologías que ayudan a mejorar la productividad y el rendimiento laboral se genera un clima de competitividad.  

Este entorno beneficioso se debe a tres puntos clave que mejoran en un alto grado el rendimiento laboral. 

  • Tomar decisiones rápidas basadas en datos. 
  • Optimizar los procesos de fabricación y gestión. 
  • Minimizar los costes operativos y generar eficiencias. 

Así se consigue un mejor rendimiento del trabajo y aumentar los beneficios mientras se mantiene una forma de trabajar sostenible. Gracias a la IA, la inmensa cantidad de datos que puede tener cualquier compañía se gestionan de forma rápida, resaltando las mejores soluciones y anticipando posibles inconvenientes, detalles imperceptibles u oportunidades de negocio que, de otra forma, no sería posible descubrirlos.  

Pero no solo las empresas obtienen ventajas, los clientes y la sociedad también se ven beneficiados por la incorporación de la IA a el entorno laboral. 

El impacto social de la inteligencia artificial 

La IA también se puede presentar como beneficiosa para la sociedad y su bienestar. Al igual que mencionábamos anteriormente que las compañías buscan integrarla para sacar el máximo rendimiento, también es utilizable en la parte de atención al cliente. Mediante un trato orientado a lo que está buscando el usuario o con una oferta específica para las necesidades de cada uno. La IA puede generar esa experiencia extra que es la que marca la diferencia. 

También es aplicable al resto de las áreas para mejorar el estilo de vida de las personas. En el sistema sanitario, con la cantidad de datos que asume cada día, la rapidez y exactitud que presenta la IA pueden ser claves para solucionar los problemas médicos de las personas. En el sistema educativo, más de lo mismo, se puede generar un aprendizaje orientado a cada persona. 

También en cuestiones de sostenibilidad, el papel de la IA es crucial. Desde la optimización de los recursos, pasando por la eficiencia del consumo energético o la transición de las ciudades para reducir el impacto medioambiental, hasta la predicción y anticipación de desastres naturales. 

Gran parte de estos beneficios ya se están aplicando en casos reales, pero todavía queda mucho trabajo por hacer y, lo que es más importante, es necesario una regulación que determine un uso seguro de la IA y de los datos que gestiona. 

Recuperando la encuesta de BCG, el 79% de las personas ve necesario implantar leyes acerca del uso de la IA. Otro de los temas que se plantean al pensar en IA es el número de puestos de trabajo que puede eliminar.   

Estas cuestiones irán despejándose en los próximos años, pero está claro que la IA va a jugar un papel clave en el cambio de paradigma que se está dando. 

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