El mercado de cámaras 3D seguirá creciendo a un gran ritmo hasta 2020, como consecuencia de la demanda de los países asiáticos y de la expansión de la realidad virtual y nuevas formas de entretenimiento.
El mercado de las tecnologías relacionadas con el 3D no va a dejar de crecer. Según un estudio llevado a cabo por Allied Market Research, el valor del mercado de cámaras 3D profesioales alcanzará 4100 millones de euros en 2020, lo que, de cumplirse, supondría un crecimiento anual del 34.6% en el período que comienza en 2015 y acaba en dicha fecha.
Las fuentes de crecimiento del mercado llegarán por varias vías y razones muy variadas. En primer lugar, la bajada de precios. En la actualidad, grabar en 3D con gran calidad resulta muy caro, pero una democratización, incluso en el mercado profesional, tendrá grandes efectos a largo plazo. Por otra parte, la expansión de la realidad virtual entre el público y el desarrollo de la industria requerirán un nuevo hardware, que se distribuirá a un ritmo mucho mayor que el actual.
Por otra parte, la región de Asia y el Pacífico presenta una gran oportunidad de negocio, y es que sólo en China hay un cuarto de las pantallas 3D globales. Pese a que la moda de los televisores 3D ha pasado a mejor vida en Europa y en América, el consumo en esos países impulsará la creación de contenidos para grandes producciones, pero también a nivel amateur que requieran gran calidad, tal y como ocurrió en el mercado de las cámaras réflex digitales, que pese a estar enfocadas a sectores semiprofesionales.
Para 2020 se espera que un 30% de las ventas en tecnologías de imagen se produzcan en cámaras 3D. Tal y como ocurre en la actualidad, muchas de esas cámaras no serán dedicadas, sino fotográficas o de vídeo con la tecnología de captura de 3D integrada. Otro sector donde será especialmente útil a la vez que repercutirá en un gran ahorro de costes será el del modelado, que se beneficiará de un reconocimiento de formas mucho más rápido y económico.
