Nobel

El Nobel de Química va para las máquinas más diminutas del mundo

Las máquinas más pequeñas del mundo han protagonizado el Premio Nobel de Química, concedido a Jean-Pierre Sauvage, Sir J. Fraser Stoddart y Bernard L. Feringa.

La Real Academia de Ciencias de Suecia ha anunciado los últimos galardonados con el Premio Nobel de Química. El Comité ha galardonado el diseño y la síntesis de las máquinas más pequeñas del mundo, un logro que ha permitido avances tecnológicos como la construcción de un motor molecular o un músculo y un nanocoche invisibles a simple vista.

Jean-Pierre Sauvage (Universidad de Estrasburgo, Francia), Sir J. Fraser Stoddart (Universidad de Northwestern, Estados Unidos) y Bernard L. Feringa (Universidad de Groningen, Holanda) han sido los investigadores reconocidos con el Premio Nobel de 2016 en la categoría de Química. Según ha destacado la Academia en el fallo, «el desarrollo de la computación demuestra cómo la miniaturización de la tecnología puede ser revolucionaria». Los científicos consiguieron miniaturizar las máquinas, haciendo que esta disciplina entre en «una nueva dimensión».

La creación de las máquinas más diminutas del mundo no ha sido una tarea sencilla. Todo empezó en 1983, cuando Sauvag logró desarrollar el catenano. Esta estructura química se compone de anillos entrelazados de forma mecánica, en vez de estar unidos con un enlace covalente, como si se asemejaran a una cadena. Unos años después, Stoddart fabricó un rotaxano, una estructura un poco más compleja con apariencia de una «mancuerna» en la que rota un anillo en su eje.

 

Ya en la década de los noventa, Feringa fue pionero al sintetizar máquinas diminutas, imperceptibles para nuestros ojos. Así, los primeros avances realizados llevaron al desarrollo de un motor, un chip o un músculo a nivel molecular. El primer motor creado por Feringa conseguía hacer girar un cilindro de vidrio 10.000 veces más grande que el propio motor.

El anuncio realizado por la Academia sueca llega después de que la entidad otorgase anteriormente los galardones en las categorías de Fisiología o Medicina y Física. Por un lado, el japonés Yoshinori Ohsumi fue premiado por sus estudios sobre la autofagia, un mecanismo por el que las células se «devoran» a sí mismas con el fin de reciclar los componentes que hay en su interior. Por otro lado, David Thouless, Duncan Haldane y Michael Kosterlitz fueron galardonados por revelar los «secretos exóticos» de la materia.

El viernes será el turno del Premio Nobel de la Paz. Durante la próxima semana, el Banco de Suecia entregará el galardón de Economía y, el jueves 13 de octubre, conoceremos el máximo reconocimiento en la categoría de Literatura. Justo cuando se cumplen sesenta años de que Juan Ramón Jiménez recibiera el Nobel. Así se terminarán los anuncios sobre estos galardones, que se entregarán en una ceremonia el 10 de diciembre en Estocolmo.

Imágenes | Purpy Pupple (Wikimedia)

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