Si creíamos que la fiebre del selfie no podía ir a más, estábamos equivocados. El selfie 3D llega para revolucionar –más todavía– el complejo mundo de las redes sociales, y lo que coloquialmente conocemos como postureo.
¿Cómo se consigue un selfie 3D? La inteligencia artificial tiene la respuesta. Se trata de una tecnología desarrollada por científicos de computación de la Universidad de Nottingham y la Universidad de Kingston que, mediante un sistema de inteligencia artificial, es capaz de reconstruir toda la geometría facial en 3D a partir de una sola imagen en 2D, incluyendo partes no visibles de la cara. Esta tecnología, aunque no es perfecta, supone un gran avance en este campo.
La técnica se basa en un complejo proceso protagonizado por la inteligencia artificial; hablamos de una nueva tecnología basada en la red neuronal convolucional, capaz de emplear el aprendizaje de la máquina con la finalidad de que los ordenadores puedan aprender sin ser programados para ello. La labor de este mecanismo consiste en transformar imágenes convencionales en 2D en un selfie 3D, algo que solo puede lograrse mediante una reconstrucción de la geometría facial 3D.
Pero la clave que convierte este proyecto en novedoso reside en introducir la forma de aprendizaje de nuestro cerebro en una app, es decir, un proceso basado en el avance del aprendizaje profundo, una forma de aprendizaje mecánico que utiliza redes neuronales artificiales para imitar la manera en que el cerebro hace conexiones entre piezas de información.
Reconstruir la geometría facial 3D
El equipo de investigación, supervisado por el doctor Yorgos Tzimiropoulos, fue capaz de desarrollar esa red neuronal convolucional en base a un enorme conjunto de datos de imágenes en 2D y modelos faciales en 3D; con toda esta información, su red neuronal pudo reconstruir la geometría facial 3D a partir de una sola imagen en 2D, incluyendo partes no visibles de la cara realizando una serie de conjeturas.
A través de una aplicación web, cualquier persona podrá cargar una imagen en color y recibir, en pocos segundos, un modelo 3D de la misma. Más de 400.000 usuarios ya han hecho la prueba. Además, esta tecnología podría suponer grandes avances en el mundo de la seguridad, los videojuegos y la realidad virtual. Seguiremos de cerca sus próximos pasos.