La llegada del aprendizaje automático y las redes neurales junto a más técnicas de inteligencia artificial están produciendo unos avances sin parangón en productos y servicios que ya están en nuestras manos.
Durante muchos años, se ha hablado de inteligencia artificial cuando en realidad nos podíamos estar refiriendo a simples algoritmos que, cumpliendo la función para la que están escritos, parecen estar siendo los responsables de un milagro que no lo es tanto, son «simplemente» matemáticas. A día de hoy, sin embargo, muchos de los servicios que utilizamos ya emplean modelos computacionales como las redes neuronales y el aprendizaje automático que van mucho más allá del algoritmo que años atrás realizaba una función parecida, pero mucho más limitada.
En ese sentido, uno de los grandes exponentes es Google, que mediante estas nuevas técnicas ha sido capaz de mejorar increíblemente el reconocimiento de voz que está presente en el teclado de nuestro smartphone y en asistentes personales como Google Now o Assistant, hasta el punto que vemos en la imagen.
Aunque de momento Google sólo ofrece datos que tienen que ver con el inglés, el idioma siempre presenta primero los avances, es reseñable que, en menos de un año ha bajado la tasa de error en reconocimiento del 8.5% al 4.9%, acercándose a pasos agigantados a cifras que harán el hecho de hablar con nuestro smartphone casi tan cómodo como con una persona. Desde 2012 la cifra se ha rebajado en más de un 30%.
Por otra parte, Google presume de haber alcanzado y superado a los humanos en el reconocimiento de objetos en imágenes. Lo relevante es que el error hace 7 años años era de más del 30% por una cifra cercana al 5% y que desde el pasado año lo hace sistemáticamente mejor que nosotros. Esto no sólo ayuda en soluciones de búsqueda rápida en Google Photos y similares, sino que puede ser empleado para diversos ámbitos teniendo en cuenta su potencia de indexación.
Así, podemos imaginar que mediante el escaneo de las muchas fotos clásicas que aún existen sin digitalizar, se podrían descubrir muchos secretos hasta ahora desconocidos sin necesidad de ejercicio humano.
Por último está la traducción, donde Google Translate es el absoluto líder gracias a que desde 2016 ha implementado un sistema de red neuronal que le permite estar más cerca que nunca del humano, en una función como la traducción que ya no depende de un sentido perfeccionable como es la vista, sino que es inteligencia pura y requiere en personas tanto esfuerzo que las sesiones son limitadas en tiempo. Va más lento que el resto de mejoras, pero los resultados impresionan.