programación entre los niños

En Japón, Mikado se promociona incentivando la programación entre los niños

La marca de estos palitos de chocolate incentiva la programación entre los niños en una campaña publicitaria.

La marca de chocolatinas Pocky –esta es la traducción del sonido del nombre en japonés– ha lanzado en su país de origen una original campaña de promoción. Sus palitos de pan recubiertos de chocolate (en Europa la asociación de estos con el juego de los palillos chinos hizo que la marca se rebautizara como Mikado) se colocan en diferentes posiciones y según estas significan comandos para un videojuego. Una vez dispuestos los palillos el niños le hace una foto con su móvil y la orden se ejecuta en la aplicación de la marca.

El nombre del juego se llama Glicode. Deriva de Glico, la empresa dueña de la marca de chocolatinas, que ha hecho un juego de palabras para que el nombre termine en ‘code’. Y es que el juego va de eso, de código. ¿Qué tienen que ver unos palillos de chocolatina con la programación?

Glicode ha tradado de resolver esta ecuación. El juego se compone de una aplicación móvil en la que un personaje tiene que ir avanzando por un sendero con obstáculos. Para hacer avanzar al personaje hay que enviarle las instrucciones correctas. Es necesario indicar los giros y los saltos, por ejemplo. Y todo esto se hacer colocando en una disposición determinada los palitos.

Cuando el niño ha colocado los palitos en la posición correcta, de tal forma que contengan las instrucciones pertinentes, solo tiene que tomar el smartphone y hacerlas una foto. Automáticamente la aplicación las detecta y mueve el personaje según los comandos. Si estos son los correctos, el personaje salva los escollos y avanza de pantalla. Si no lo son hay que volver a probar.

La iniciativa forma parte de una campaña de promoción de la marca japonesa, pero lo cierto es que contribuye a normalizar la enseñanza de la programación entre los niños, una tarea a la que muchos están dedicando esfuerzos hoy en día.

Aprender programación como un juego

Estimular el aprendizaje de la programación entre los niños es una de las asignaturas pendientes a las que el sistema educativo se está enfrentando ahora. Pero no solo es una cuestión de escuelas, la tendencia está presente en iniciativas educacionales fuera de la enseñanza oficial e incluso en proyectos comerciales.

Para los más pequeños hay varias opciones que permiten aprender los rudimentos de la programación. Una de ellas es el juguete Primo, que está indicado a partir de los tres años y ofrece la posibilidad de dominar las nociones básicas. Kamibot es otro ejemplo de juguete orientado al aprendizaje de la programación. En esta ocasión es para niños algo mayores. Se trata de un robot que se puede controlar y al que se le pueden enviar comandos a través de aplicaciones en Android e iOS.

Ni que decir tiene también hay juegos de ordenador que permiten aprender a programar. Si la aplicación más conocida para enseñar a los más pequeños es Scratch, existen auténticos videojuegos cuyo objetivo es que el jugador avance a medida que sepa escribir código.

Imágenes: camknows

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