Las navidades, así como los cumpleaños o la comunión, últimamente se han ido convirtiendo en las fechas idóneas de los peques para pedirnos el “tan deseado” teléfono móvil. Y, también, cada vez más frecuentemente, vemos cómo las familias se sienten desbordadas en cuanto a todo lo que rodea la alfabetización digital de sus hijos.
Datos sobre el acceso a la tecnología por parte de los menores
Según el último Informe publicado por Unicef en 2022, la edad a la que los adolescentes y jóvenes utilizan internet y comienzan a tener móvil propio se adelanta año tras año, situándose la edad media a los 10,96 años, y, así, de esta forma, la práctica totalidad de los adolescentes que cursan ESO (94,8%) dispone de teléfono móvil con conexión a Internet.
De estos, un 31,6% invierte más de 5 horas diarias en el uso de Internet y las redes sociales, porcentaje que asciende hasta un 49,6% el fin de semana, y más de la mitad (57,5%) lleva el móvil a clase todos los días y un 6,7% lo suele utilizar durante las clases para fines no didácticos.
¿Y qué debemos hacer las familias al respecto?
Sobre a qué edad deberíamos comprar ese primer dispositivo o cuál sería el momento idóneo, ya lo hemos tratado aquí más de una vez, y es que no hay una edad única que sea la mejor para comprar un móvil a un niño. La edad dependerá de varios factores, como la madurez del niño, su capacidad y responsabilidad para utilizar y cuidar un dispositivo móvil, y la necesidad de tener uno. Y, además de esto, por supuesto, que nosotros, los padres, entendamos que vamos a necesitar tiempo extra para guiarles, orientales y acompañarlos en este nuevo entorno.
Algunas familias deciden dar este primer dispositivo muy pronto, como a partir de los 7 u 8 años, mientras que otras quieren esperar hasta que el niño tenga más de 12 o 14 años. Todo tiene sus pros y sus contras, y nadie mejor que los padres para saber cuáles son sus necesidades y situación familiar. En general, lo más importante es que lo hayamos reflexionado, se haya consensuado entre los progenitores, y nos hayamos asegurado de que el niño esté listo y sea capaz de utilizar y cuidar un móvil de manera segura y responsable (dentro de la responsabilidad, por su supuesto, que le podemos pedir a un menor de esa edad…) antes de comprarle uno.
No obstante, sea antes o después, hay varios factores que debemos considerar al elegir un teléfono móvil: la edad y las necesidades del niño. Para un niño pequeño, un teléfono con una pantalla resistente podría ser una buena opción. Para un niño más mayor, un teléfono con un buen rendimiento y conectividad puede ser lo más apropiado.
¿Qué características debe tener un dispositivo móvil para ser usado por un menor?
Para ser utilizado por un niño o niña de edad temprana, como hemos dicho, primero, debe tener una pantalla resistente y duradera, ya que los niños pueden ser menos cuidadosos con sus dispositivos. Además, un dispositivo móvil para niños debe tener una buena conectividad, como Bluetooth y WiFi, para que puedan acceder a internet de manera segura.
¿Eso significa que debemos contratar una tarifa de datos ilimitada? Por supuesto que no. En los primeros años será suficiente con que pueda conectarse a través de la WIFI, ya que la mayoría de las veces lo utilizará para que pueda llamarnos o le localicemos nosotros y su momento de ocio y conexión a juegos o apps, lo hará fundamentalmente desde casa. Según se vaya haciendo mayor y, por ende, más responsable, podremos ir aumentando esta conexión contratando los datos ajustados a sus necesidades, nunca ilimitados. El objetivo es que aprenda a autorregularse.
Otras características útiles en un dispositivo móvil para niños pueden incluir una batería de larga duración y opciones de control parental para ayudar a los padres a supervisar el uso del dispositivo por parte del niño.
¿Cuáles son los mejores móviles para niños?
No hay un «mejor» móvil en general para niños, ya que la elección dependerá de las necesidades y la edad del niño. Sin embargo, algunas opciones de móviles para los menores de edades más tempranas incluyen el VTech Dispositivo multifunción Kidicom MAX, XPLORA 4, el Nokia 3310, el Nokia 105 v5 o el Alcatel 1 2019 1/8GB Bluish Black. Estos móviles tienen características diseñadas específicamente para niños, como pantallas resistentes, comodidad, un tamaño y peso no excesivos, y opciones de control parental.
Para niños más mayores o adolescentes, lo principal es que tengan una buena autonomía para no estar pendientes de la batería continuamente. Dentro de los terminales que no tienen un alto coste podemos destacar Motorola Moto G8 Play, el Xiaomi Poco X3 NFC, el Vivo Y01, el TCL 30 SE, el Realme Narzo 50A Prime, iPhone SE o el Samsung Galaxy XCover Pro. Estos son solo algunos ejemplos de dispositivos, pero la elección dependerá de las necesidades y preferencias de cada padre.
¿Y qué controles parentales debemos poner en un móvil para un niño?
Los controles parentales son una herramienta importante para ayudar a los padres a supervisar el uso del móvil por parte de un niño. Hay varias funciones que podemos ajustar para controlar la privacidad y seguridad del menor, como:
- Límites de tiempo de uso: los padres podemos establecer límites de tiempo de uso para el móvil del niño para evitar que lo use durante períodos excesivos.
- Bloqueo de aplicaciones: podemos bloquear ciertas aplicaciones inapropiadas o no deseadas en el móvil del niño.
- Filtrado de contenido: podemos instalar un filtro de contenido en el móvil del niño para bloquear contenido inapropiado o no deseado en internet.
- Alertas de ubicación: crear y utilizar alertas de ubicación en el móvil del niño para saber dónde se encuentra en todo momento.
- Control de llamadas y mensajes: podemos controlar qué personas pueden llamar o enviar mensajes al móvil del niño.
- Bloqueo de compras en la aplicación: los padres podemos evitar que el niño realice compras dentro de las aplicaciones en el móvil.
- Modo de descanso: se puede podemos establecer un modo de descanso en el móvil del niño que desactive las notificaciones y las interrupciones durante ciertos períodos, como la hora de dormir.
- Control de privacidad: podemos configurar la privacidad en el móvil del niño para proteger su información personal y evitar que comparta datos con extraños.
- Notificaciones de actividad: se pueden recibir notificaciones sobre el uso del móvil del niño, como cuánto tiempo lo ha estado usando y qué aplicaciones ha utilizado.
Lo importante es saber que estas funciones pueden ayudarnos a los padres a supervisar el uso del móvil por parte de los menores de manera más efectiva y garantizar que lo utilicen de manera segura y responsable, pero como siempre decimos desde ThinkBig, el mejor control parental siempre seremos los propios padres.
¡Muy Felices y tecnológicas Fiestas!
