Llega la nueva generación de Atlas, el robot más avanzado del mundo. Esto es lo que es capaz de hacer.
Atlas, el robot más avanzado del mundo. Al menos así está considerado, aunque hay quien pone a la misma altura a Asmio, de Honda. En todo caso el humanoide desarrollado por la compañía Boston Dynamics tiene unas capacidades motrices asombrosas, en lo que se refiere a andar o sortear obstáculos. Su siguiente generación, que la empresa acaba de mostrar en un vídeo, hace mucho más. Tropezar y recuperar el equilibrio o levantarse del suelo después de una caída son algunos de sus prodigios.
Boston Dynamics, que pertenece a la recién renombrada Alphabet desde hace dos años, lleva tiempo asombrando con sus robots, basados en animales y en formas humanas. La empresa además tiene la particularidad de ser bastante mediática. Si has visto algún vídeo en Internet de un perro robótico o un humanoide forrado de cables y circuitos electrónicos probablemente sea uno de sus productos.
Y Atlas es su creación más sofisticada. Es el heredero de Petman, un robot humanoide que en principio se desarrolló para explorar futuras aplicaciones militares. De ahí que estas máquinas sean punteras en el aspecto motriz y de equilibrio.
La nueva generación de Atlas llama la atención por su capacidad de sobreponerse a los imprevistos. Hasta ahora el robot podía esquivar obstáculos, sobre la marcha evaluaba cuál era la mejor forma de hacerlo y actuaba en consecuencia, por ejemplo rodeando una piedra. Lo que han conseguido con el nuevo robot es que si este trastabilla puede equilibrarse para no caer.
En el vídeo incluso se ve cómo empujan al robot hasta tirarlo al suelo y este es capaz de levantarse desde esa posición. Las partes que más destacan de la grabación difundida por Boston Dynamics son en las que se muestr- cómo una persona incordia a la máquina, desequilibrándola con un palo de hockey o retirándole las cajas que tiene que levantar.
Como se puede ver en el vídeo, el nuevo Atlas abre puertas y puede levantar cajas de 4,5 kilos para depositarlas en una estantería, sin que el movimiento sea cuadriculado sino que tiene un barniz de imperfección, como más humano.
El pasado año la compañía mostró una versión de Atlas que no necesitaba una fuente de alimentación externa, mediante conexión por cable, sino que funcionaba con una batería. Para el lanzamiento de esta generación han reducido el peso y el tamaño de la máquina: de 1,82 metros a 1,75 y de 150 kilos a 81.
Imagen: Clement Soh