Las capacidades de los smartphones unidas al ingenio de los científicos mediante soluciones económicas son capaces de analizar ADN por un valor 100 veces menor al de la maquinaria tradicional.
Un equipo de investigación de la Universidad de California en Los Ángeles, la Universidad de Estocolmo y la Universidad de Uppsala ha diseñado un dispositivo que permite analizar el ADN cuando se acopla a un smartphone, y sugieren que puede llegar a comercializar de manera masiva por 500 dólares, frente a los microscopios tradicionales empleados para tal función, cuyo precio ronda los 50.000 dólares.
El dispositivo que han mostrado parece más una funda o brazalete deportivo para smartphones que lo que realmente es, un dispositivo con dos láseres, un LED blanco y un filtro que da la posibilidad a la cámara de un smartphone de convertirse en un microscopio capaz de analizar moléculas de ADN. Otra ventaja de estar unido a un smartphone es que permite analizar en remoto, por lo que no hace falta que científicos o pacientes se trasladen a hacer las pruebas o a tomar muestras. Supone decir adiós a los laboratorios como obligación.
La cámara del smartphone, ayudada por un filtro y una lente externa, es capaz de escanear y cuantificar la longitud de dos nanómetros de las hebras de ADN, que tienen un grosor 50.000 veces menos al del pelo de los seres humanos. Una vez analizado el ADN, previo aislamiento molecular, tratamiento químico y adición de moléculas fluorescentes para etiquetado y observación de la reacción, se envía la información a un servidor del laboratorio de la UCLA, donde el equipo mide las moléculas.
Esto permite detectar, más allá de poder observar las anomalías, diversos tipos de cáncer, y enfermedades graves como el Alzheimer o aquellas que atacan al funcionamiento del sistema nervioso. También puede llegar a detectar resistencia a los tratamientos de enfermedades infecciosas como la malaria.
Imagen principal: Universidad de Uppsala.