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Estos chips biodegradables se fabrican a partir de madera

Científicos logran crear chips con nanofibrillas de celulosa. Su fabricación ayudaría a garantizar la sostenibilidad ambiental, y generar menos basura electrónica.

La creación de nuevos dispositivos móviles está mejorando nuestra vida a pasos gigantescos. Hoy en día podemos consultar nuestro correo electrónico desde el teléfono o monitorizar nuestra actividad física mediante una pulsera localizada en la muñeca. La tecnología, sin embargo, tiene su particular lado oscuro al provocar la existencia de preocupantes cantidades de chatarra electrónica, también conocida como e-waste. Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison podría solucionar este problema, al haber conseguido crear los primeros chips biodegradables a partir de madera.

A diario, miles de dispositivos electrónicos son tirados a la basura sin reciclarse o reutilizarse de forma adecuada. Nuestro objetivo siempre es el mismo: contar con el teléfono o la tablet de última generación, sin pensar en la sostenibilidad ambiental. Pero el corazón electrónico de estos sistemas no es degradable, y su elevado contenido en metales tóxicos supone un verdadero problema para la naturaleza.

Solucionar el desafío de la basura electrónica no es sencillo. Aunque países como Togo han propuesto reutilizar estos desechos de forma creativa, lo cierto es que la gran cantidad de restos electrónicos convierten a este tipo de contaminación en una amenaza importante para el futuro. Y es que según algunos estudios, los desechos de teléfonos en el mundo equivalen a 21 aviones Boeing 747. Solventar este desafío urge, ¿pero cómo hacerlo?

El mismo material de una hoja de papel

En un artículo publicado en Nature Communications, los científicos han descrito la fabricación de chips biodegradables, compuestos mayoritariamente por nanofibrillas de celulosa, el mismo material que compone una simple hoja de papel. Según su estudio, el componente principal de estos sistemas sirve de ‘soporte’, y podría ser sustituido por el compuesto celulósico sin alterar el funcionamiento del semiconductor.

En palabras de Zhenqiang Ma, «si pusiéramos estos chips en un bosque, los hongos serían capaces de degradarlos». Este grupo de investigación lleva desarrollando nanomateriales biodegradables desde 2009, pero su éxito en la fabricación de estos biochips no se produjo hasta hace unos meses, cuando comenzaron a colaborar con el equipo dirigido por Shaoqin Gong.

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Fue ahí cuando consiguieron superar dos retos importantes en la utilización de materiales derivados de la madera para un dispositivo electrónico: implementar la suavidad de la superficie y la expansión termal de las nanofibrillas. Esta segunda característica es importante, ya que la madera puede absorber agua e hincharse, lo que afectaría al funcionamiento de los chips.

Gracias a su propuesta, la basura electrónica podría reducirse en el futuro. Aunque los científicos son conscientes de que la producción actual de chips es muy económica, y resultará complejo cambiar los materiales de fabricación, su propuesta puede ayudar a mantener la sostenibilidad ambiental.

Imágenes | Blickpixel (Pixabay), Yei Hwan Jung

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