Circuitos electrónicos ultrafinos

Estos circuitos electrónicos ultrafinos se pegan a tu piel

Un equipo de investigadores japoneses ha desarrollado unos circuitos electrónicos ultrafinos que pueden pegarse a la piel de tu cuerpo durante largas temporadas.

Los dispositivos wearable son desde hace unos años una realidad comercial. Y, mientras tanto, en el ámbito de la investigación se gesta el siguiente paso. Se trata de los sensores integrados en la piel.

Un equipo de científicos de las Universidades de Tokio y Keio, también situada en la capital japonesa, marca el camino. Su trabajo consiste en un nuevo tipo de circuitos electrónicos ultrafinos que puede adosarse a la piel durante largas temporadas. Hasta ahora esta clase de tecnología –siempre experimental– no permitía un uso continuado, porque irritaba la piel.

En este caso, los investigadores han creado una solución que evita la irritación y el sudor. Los circuitos podrían conformar un sensor, para medir ciertos parámetros biológicos de la persona. El material empleado es 'nanomesh', un nuevo compuesto inorgánico con estructura bidimensional (como el grafeno).

El dispositivo desarrollado está formado por un material soluble en agua, para fijar los circuitos de 'nanomesh'. Una vez que se coloca sobre la piel se rocía con un spray de oro. Con el agua el material soluble se desintegra y solo quedan los circuitos, adosados al cuerpo. El grosor de estos se encuentra entre los 70 y los 100 nanómetros. Para hacerse una idea, un cabello sería aproximadamente 600 veces más grueso.

De esta forma los científicos han conseguido que el sensor adosado a la piel no cause escozor. Al contrario que los experimentos que anteriormente se han hecho para pegar tecnología al cuerpo. Normalmente en estos casos los circuitos se colocan sobre una lámina de goma o plástico, que no transpira. El resultado es un picor persistente e incluso inflamación. Por no hablar del sudor que provoca tener una capa de plástico, por muy fina que sea, en el brazo.

Circuitos electrónicos ultrafinos

Los investigadores japoneses han probado a colocar estos circuitos electrónicos ultrafinos en 20 personas. Ninguna de ellos ha sufrido inflamaciones o picores. Además, la ausencia de sudor facilita la medición de parámetros, que es el objetivo del dispositivo. Otras tecnologías tienen que lidiar con las interferencias que el sudor puede causar en la información que obtienen los sensores.

Aparte de las mediciones habituales que puede llevar a cabo un sensor de este tipo, los científicos han logrado medir los movimientos de los músculos con el dispositivo. Toda la información que se obtiene del sensor puede ser valiosa para campos como la salud personal, el deporte o incluso la medicina.

Imágenes: Elise esq, physicgirl

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