Tras los excesos digitales del verano, cómo hacer la ‘vuelta al cole’ sin conflictos

¡Cómo hemos disfrutado estas vacaciones! Algunos han viajado y conocido nuevos lugares y culturas; otros se han relajado en zonas de playa o montaña; muchos, muchísimos se han decantado este año por hacer el Camino de Santiago; familias se han reencontrado en sus pueblos o ciudades natales, y otras, en cambio, han tenido que ‘veranear’ en casa este año dadas las subidas de los precios y facturas que hemos sufrido durante los últimos meses.

Dependiendo del tipo de verano y vacaciones, nuestro ritmo y el de nuestros hijos habrá variado totalmente, pero seguro que en lo que muchos de vosotros coincidiréis es en que ‘las pantallas’ han estado presentes de una forma u otra. Y es que como ya os hemos dicho en anteriores ocasiones, es totalmente compatible un verano familiar en el pueblo, la playa, con los primos, de camping, haciendo surf o de ruta con las bicis, con el móvil, la tablet o el ordenador. Todo consiste en buscar un equilibrio.

Pero ya seamos una familia que haya buscado un ‘détox digital’, aprovechando los meses veraniegos, o de las más tecnológicas… Al final, siempre nos toca negociar con nuestros hijos para que no estén todo el día ‘enganchados’ a la consola, a TikTok o Instagram. Incluso aunque hubiéramos acordado y dialogado con nuestros hijos las normas establecidas, qué momentos u horas del día iban a destinar para los ratos de conexión (ya sea para ocio o para actividades educativas o creativas), el tiempo en familia, los momentos de descanso, etc., casi todos los padres acaban el verano con la sensación de que sus hijos han pasado demasiado tiempo con la tecnología.

Rutinas y límites en la ‘vuelta al cole’

Y ahora que se acaba el verano, se acerca septiembre y la famosa ‘vuelta al cole’. ¿Cómo podemos volver a establecer las normas y límites, las rutinas, sin generar un conflicto familiar?

Si queremos incorporar ciertas normas y límites respecto a las pantallas o modificar las preexistentes antes del verano, lo más importante que debemos tener en cuenta es que ‘imponer’ no es lo más efectivo, por lo que, si ‘negociamos’ estos acuerdos con nuestros hijos en una conversación tranquila y explicándoles el porqué de nuestras decisiones, lograremos mucha más cooperación y disposición por su parte.

vuelta al cole

Otros aspectos que también podemos tener en cuenta y que nos pueden ayudar son:

  • Elegid el momento adecuado para tener la conversación con tus hijos. Nunca en un momento de tensión, después de haberles regañado justo por el uso abusivo del móvil o de la consola o cuando esté entretenido o jugando.
  • Acordad antes, si es posible, con el otro progenitor las normas que vais a establecer con los niños o adolescentes respecto a las pantallas (a veces, las separaciones hacen más difícil el seguir unas pautas en ambas casas…).
  • Estableced un diálogo calmado, escuchando su opinión u objeciones.
  • Planificad y dejad claro cuándo y cómo va a ser el uso de los dispositivos durante el periodo escolar, si va a haber flexibilidad o no, y si cambian las normas los días del fin de semana o festivos.

Indudablemente, respecto al uso diario recomendado de las pantallas, no será lo mismo si nuestro hijo acude a un centro escolar donde el programa pedagógico se desarrolla prácticamente de manera digital y, por tanto, ya pasa muchas horas ‘conectado’, a si no usa ningún dispositivo durante las ocho horas que permanece en el centro escolar. Pero, en ambos casos, lo más saludable es que no pasaran de las dos horas al día dedicadas al ocio digital en horario escolar.

La importancia de las normas y el autocontrol

Es importante explicarles y hacerles entender que ponemos esos límites porque el uso abusivo de la tecnología tiene unos riesgos y, por supuesto, que vean que, en casa, aunque de diferente manera, por supuesto, también los adultos practican un autocontrol y que comparten con ellos algunas de las normas:

  • No usar los dispositivos en la mesa durante las comidas o cenas (ya sea en el hogar o cuando se sale a comer fuera de casa).
  • Guardarlos cuando haya una reunión familiar o de amigos, en sitios públicos como museos, centros de salud, etc.
  • No utilizarlos durante la noche, cuando ya nos hemos ido a la cama.

Siempre tiene que haber unas consecuencias cuando no se cumplen unas normas establecidas, al igual que nos ocurre a los adultos, responsabilidad que es un aprendizaje imprescindible para los menores, pero, lo más recomendable es que no se ‘premie o castigue’ con el propio uso de la tecnología, pues así lo que estaremos reforzando es la ansiedad irracional por recuperar ese bien material tras la penalización.

Para ayudarnos al cumplimiento de las normas y reforzar esos periodos de ’no conexión’ lo mejor es fomentar el ocio saludable: deporte, juegos o planificar actividades en familia, lo que, además, nos servirá para compartir más tiempo juntos.

¡Por una feliz vuelta al cole!

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