La red social ha encargado a un grupo selecto de empleados utilizar técnicas de inteligencia artificial para lograr un análisis exhaustivo de la información de los usuarios.
Toda la información que recoge Facebook de nosotros estará a disposición de un equipo de ocho personas que la compañía ha reclutado con el fin de buscar técnicas de inteligencia artificial, para analizar los datos de los usuarios. Se encargarán de deducir acontecimientos que no aparezcan explícitamente en la red social o las emociones de las personas respecto a diferentes estímulos. Se trata de un esfuerzo por personalizar los anuncios, que contempla un software tremendamente avanzado.
La técnica de inteligencia artificial que utilizará este equipo selecto de Facebook se denomina deep learning. El nombre lo dice todo: la intención es conocer en profundidad cómo son los usuarios. A través de un análisis de los datos mediante software se podrán reconocer objetos dentro de las fotos y cotejar la información para predecir el comportamiento de los miembros de la red social en el futuro.
A nadie se le escapa que cuantas más cosas sepa Facebook sobre sus usuarios, mayor será su capacidad para perfeccionar su sistema de publicidad y servir anuncios más ajustados a los intereses de cada uno. La red social no es la única que utiliza esta táctica, que de hecho se encuentra extendida por todo Internet, pero es tal vez la plataforma donde más cantidad de datos personales se han volcado.
Sobre esta base la compañía pretende desplegar el software de análisis e inteligencia artificial lo más avanzado posible. Este sistema funciona sustentado en niveles, entre los cuales se reparten los conceptos que se conocen sobre un usuario. Los conocimientos de los niveles altos están definidos por la información que ofrecen los inferiores. Estos datos pueden ser variados y no tienen por qué estar clasificados previamente, pues la potencia de los algoritmos permite establecer relaciones entre aspectos aparentemente muy alejados.
Los niveles de información se desplegarán en forma de red, con el fin de poder crear una jerarquía variable. A este conjunto se le podrán añadir en cualquier momento nuevos datos que ocuparán una posición determinada en relación con el resto de la red. El alcance puede ser tan profundo que es inevitable preguntarse por la privacidad, una cuestión sobre la que la red social ya siembra polémica sin necesidad de contar con un superalgoritmo.
El analista tecnológico Jim McGregor opina, en cambio, que el riesgo real está en que esta información sea vendida a terceros. Pues lo que quiere hacer Facebook es lo mismo que está haciendo ahora, sólo que con mayor precisión.
Imagen: Poster Boy NYC
