La respuesta háptica permite experimentar un amplio abanico de sensaciones y texturas inexistentes como la rugosidad de la grava o el tacto aterciopelado de la lana
El uso de la tecnología háptica para mejorar la experiencia de usuario y estimular el sentido del tacto con técnicas de respuesta mucho más reales en dispositivos como los relojes inteligentes o los cascos de realidad virtual, podría desbancar la tecnología de respuesta táctil por vibración de los dispositivos actuales. Estas técnicas de respuesta mejoran las toscas vibraciones de la tecnología táctil con ligeros pulsos localizados en la superficie de la pantalla que aportan mayor realismo al tacto.
La compañía Immersion, una de las responsables de esta tecnología, lanzó a finales del año pasado un software basado en las técnicas de respuesta háptica para que los fabricantes de aplicaciones puedan dotar de mayor realismo los efectos especiales de las apps mientras se sostiene el smartphone con la mano. Tal es el realismo de esta tecnología que al deslizar los dedos sobre la pantalla táctil permite experimentar un amplio abanico de sensaciones y texturas inexistentes como la rugosidad de la grava o el tacto aterciopelado de la lana.
Técnicas de respuesta háptica
La estimulación cambiante y localizada del sentido del tacto que ofrece la respuesta háptica, se basa en la sensación de fricción a modo de ligeros pulsos que ofrece la alteración electrostática entre la pantalla y el dedo, gracias a la capa conductora integrada en la superficie activa de la pantalla táctil.
Son muy significativos los avances técnicos logrados con esta tecnología para engañar nuestro sentido de la realidad con sensaciones táctiles inexistentes, pero existen todavía importantes barreras técnicas por superar. La minimización de la latencia es una de ellas. Aunque el tiempo de respuesta entre el contacto del dedo con la pantalla táctil y la recepción de la respuesta háptica es de apenas de varios milisegundos, el sistema nervioso humano es lo suficientemente sensible como para apreciar estos desfases, dificultando en ciertos casos la ilusión táctil de tocar una textura determinada.
Pero uno de los hándicaps más importantes para el despegue definitivo de la respuesta háptica reside en el propio desinterés mostrado por los fabricantes de dispositivos, enrocados en la falta de un mercado real para que resulte rentable su implantación. Desde el punto de vista comercial, resulta obvio la necesidad de generar cierta expectativa con productos estrella que incorporen la háptica para captar la atención del público y poder consolidarse en el mercado como el sustituto definitivo de la actual respuesta táctil.
Algunas compañías como Apple si han apostado por la respuesta háptica en el desarrollo de sus próximos lanzamientos como el reloj inteligente que saldrá al mercado en abril. Otras en cambio como la startup Tactical Haptics están implementando la háptica en el desarrollo de un casco de realidad virtual similar al Oculus Rift con tecnología de agarre reactivo que ofrece la sensación física de interactuar con objetos virtuales.
Imágenes | vía pixabay
