Los conocemos como robot aspirador, robot doméstico o, por su nombre comercial, Roomba. Pronunciado “rumba”. Los aspiradores Roomba fueron los primeros robots autónomos que se pusieron a la venta. Hace ya más de 20 años. Y, hoy, millones de hogares los han integrado con la misma naturalidad que microondas, lavavajillas, altavoces y luces inteligentes. Pero el mercado de los robots domésticos ha evolucionado muy rápido. La competencia ha sido dura y esto ha provocado el fin de Roomba y la quiebra de iRobot, su empresa madre. ¿Qué pasará con Roomba? Y, si tienes uno en casa, ¿seguirá funcionando?
El nombre de Roomba, producto estrella de la estadounidense iRobot, es tan popular como en su día lo fueron dónut, táper, bambas, velcro o celo. Todas estas palabras, en su mayoría presentes en el diccionario, nacieron como marcas comerciales. En la entrada de “rumba” del DRAE todavía no se menciona al robot aspirador. Tiempo al tiempo. Y, por desgracia, la popularidad del nombre de Roomba no le ha servido para mantenerse en pie. La competencia en el sector de los robots domésticos (aspiradores, friegasuelos, limpiadores de piscinas y cortadores de césped, entre otras funciones) enfrenta a empresas tan conocidas como Samsung, LG, Ecovacs, Dyson, Karcher, Neato, Xiaomi o la propia iRobot.
Así que si tienes un robot de limpieza Roomba te estarás preguntando si es el fin de Roomba. ¿Qué pasará con Roomba y con sus productos en funcionamiento? ¿Dejarán de hacerlo? El problema está en que estos dispositivos dependen de aplicaciones móviles. Y para funcionar, muchas veces tienen que conectarse a servidores externos. Veamos cuál es el futuro inmediato de iRobots y cómo te afectará.
El fin de Roomba, bancarrota y futura compra
La noticia apareció en la mayoría de medios por la popularidad de sus productos. Muchos tienen robots Roomba en sus hogares. O de otros fabricantes. El pasado 14 de diciembre de 2025, iRobot anunciaba su bancarrota. Una estrategia legal, amparándose en la Ley de Quiebras de Estados Unidos. Concretamente en el capítulo 11. Y así facilitar su reestructuración interna. Y allanar el camino a la compra de iRobot por parte de una empresa desconocida por el gran público. Su nombre es Picea. Aunque su nombre completo es “Shenzhen PICEA Robotics Co., Ltd. and Santrum Hong Kong Co., Limited”, según aparece en la nota de prensa oficial.

Para iRobot, en argot empresarial, “este acuerdo representa un paso crítico hacia el fortalecimiento de la base financiera de iRobot y el posicionamiento de la compañía para el crecimiento y la innovación a largo plazo”. Según esto, la compra de iRobot no debería suponer el fin de Roomba. Al menos de su marca comercial, tan popular en el habla hasta el punto de designar a todo un mercado de productos autónomos para hogares. Pero es pronto para saber cuál será la estrategia de Picea. Hace un mes, Picea adquirió la millonaria deuda de iRobot. Unos 191 millones de dólares en capital e intereses. Y, desde entonces, han estado en contacto permanente buscando una solución para el futuro de iRobot.
En la nota de prensa difundida por iRobot, se dice que Picea es un “fabricante global y proveedor de servicios de aspiradoras robóticas”. Con sedes y fábricas en China y Vietnam. Y más de 7.000 empleados a nivel mundial. Cuenta con 1.300 patentes y ha fabricado más de 20 millones de robots aspiradores o de limpieza para distintas empresas. Entre ellas, la propia iRobot.
Cómo hemos llegado al posible fin de Roomba
No nos extenderemos demasiado en cómo ha llegado iRobot hasta aquí. Pese a abrir el mercado con sus productos Roomba y Brava, la competencia ha sabido hacerse con parte del pastel creando productos más económicos. Y, con el tiempo, más avanzados.
En el verano de 2022, Amazon quiso comprarla por 1.700 millones de dólares. Pero la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos, su equivalente de Reino Unido y la Comisión Europea, se opusieron por distintas razones. Privacidad de los datos recopilados, falta de competitividad en los mercados y posición dominante, etc.
Como resultado, en enero de 2024, Amazon desistía de comprar iRobot. Y pese a que Amazon le pagó una indemnización de 94 millones de dólares, iRobot despedía al 31% de su plantilla y su CEO dimitía. Casi dos años después, iRobot acaba en manos de su proveedor y fabricante de dispositivos.
Qué pasará con tu Roomba
La nota de prensa de iRobot apunta a que, durante el proceso de bancarrota, “continuará operando en el curso ordinario sin interrupción anticipada de la funcionalidad de su aplicación, programas para clientes, socios globales, relaciones con la cadena de suministro o soporte continuo del producto”.
Vamos, que deja claro de, por ahora, no es el fin de Roomba. El dispositivo, aplicación móvil y servidores seguirán funcionando con normalidad. Al menos hasta que finalice este proceso de quiebra. En febrero de 2026. Lo que es de esperar es que durante ese periodo, la compañía no lance nuevos modelos y se limite a mantener el funcionamiento y soporte de sus productos actuales.

A partir de febrero de 2026, todo es posible. ¿Qué pasará con Roomba? Las marcas comerciales Roomba o iRobot son muy conocidas y sería raro que dejasen de existir. Y pese a ser propiedad de una compañía china, lo cual podría causar recelo o desconfianza, iRobot seguiría manteniendo su sede en Bedford, Massachusetts. Es probable que las decisiones futuras se acaben tomando en los despachos de Picea, pero si todo va según lo previsto, tu Roomba debería seguir funcionando de acuerdo a su garantía y a su esperanza de vida útil. Aunque es posible que dentro de uno o dos años, decidas comprar un modelo más nuevo de uno de los muchos fabricantes que hay en el mercado.
Qué pasará con iRobot
El objetivo de iRobot es seguir en pie como empresa, aunque sea propiedad de Picea. Para facilitar la transacción, además del proceso de bancarrota, ha dejado de cotizar en el Nasdaq, el índice bursátil de Estados Unidos para empresas tecnológicas. De manera que iRobot deje de ser “pública”, en argot empresarial, y todas sus acciones pasen a manos exclusivas de la compañía china Picea. Esto debería darle más estabilidad ante los vaivenes bursátiles.
De momento, si el tribunal encargado de aprobar el plan de bancarrota da su visto bueno, los únicos perjudicados serían los accionistas de iRobot. Ya que no recibirían ninguna participación de la nueva iRobot resultante de la reestructuración.
Según la nota de prensa, “los titulares de las acciones ordinarias (…) no recibirán ningún capital de la compañía reorganizada, y todos los intereses de capital emitidos y pendientes (…) serán cancelados y los titulares de acciones ordinarias experimentarán una pérdida total y no recibirán la recuperación de su inversión”. A partir de ahí, poco más sabemos sobre qué pasará con Roomba y la empresa iRobot.
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