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Finlandia, el país más feliz del mundo

El Informe sobre la Felicidad Mundial 2019 da al país escandinavo el mayor índice de este sentimiento. Lo que hace que sea el segundo año consecutivo en el que el país finés sube a lo más alto.

La felicidad es algo muy humano, un sentimiento tan importante para poder llevar a cabo el día a día, que nos sirve como elemento diferenciador a la hora de hacer balance una vez cae la noche.

En términos sentimentales, es una cuestión de gran importancia tanto a nivel individual como colectivo, sin ir más lejos no hay más que observar los índices más rudimentarios para darnos cuenta de que, a mayor felicidad, mayor desarrollo en todos los ámbitos.

Pese a que es un concepto muy subjetivo, es uno de los elementos humanos más investigados, principalmente porque es nuestra razón de ser. Nuestro motor inagotable que nos guía hacia el futuro.

Es por eso que anualmente la empresa Gallup realiza el Informe sobre la Felicidad Mundial. En el que Finlandia se ha vuelto a coronar como país más feliz del mundo.

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World Happiness Report 2019

Los países escandinavos, los más felices del mundo

Este informe anual se basa en una encuesta con seis factores determinantes, los cuales determinan el índice. Los factores son los siguientes: PIB per cápita, apoyo social, esperanza de vida, libertad para tomar decisiones sobre la vida, generosidad, y niveles de corrupción.

El top5 del informe lo completan Dinamarca, Noruega, Islandia y Países Bajos. Un factor muy importante a tener en cuenta para delimitar el índice de felicidad guarda una relación muy estrecha con el conjunto social. Es decir, la concepción de estos países de la felicidad, en especial Finlandia, es que es un fin que se alcanza colectivamente, donde la solidaridad prima respecto al individualismo.

Es por eso que la cultura escandinava, muy centrada en la ayuda al prójimo, se ha colocado, en términos sociológicos, a la cabeza del mundo en cuestiones de felicidad y desarrollo. Mientras que otras culturas distintas, como la mediterránea, en el mismo ámbito queda relegada a un segundo plano. Aunque ésta en cuestión, sea la que se erija en los primeros puestos cuando se habla de salud, por ejemplo.

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