La startup danesa Fitbay ha ideado un software para reducir la tasa de devoluciones en las compras de ropa online y lo ha hecho sirviéndose de los selfies.
Las compras de ropa online son cada vez más comunes. Es un mercado que se espera que llegue a los 305.000 millones de dólares en 2018, mientras que el pasado año la cifra alcanzada fueron 128.000 millones de dólares, según apunta la firma analista Euromonitor International. Sin embargo, hay un problema con este mercado y es que existe una alta tasa de devoluciones –en torno al 30% si atendemos a los cálculos de la consultora escocesa Clear Returns– con lo que los distribuidores afrontan una cierta inseguridad ante las ventas.
Es difícil acertar con la ropa si sólo se ve en la pantalla del ordenador o incluso del móvil. Los distribuidores online y las marcas que venden desde su propias webs lo saben y de hecho muchas procuran mecanismos para que los clientes puedan devolver la ropa de forma gratuita si no les convence. Y a veces es tan sencillo como ver la prenda, estirarla sin siquiera probarla y decidir que no era lo que queríamos. Aunque sin duda el corte principal viene cuando el usuario se pone la camisa, jersey, chaqueta, pantalones o falda. Ahí es cuando verdaderamente decide si se queda con la prenda.
Si se piensa es normal que haya una alta tasa de devoluciones. ¿Cuántas veces no vamos a una tienda, nos probamos algo que parece que nos gusta pero después no lo compramos? Aquí ocurre algo similar, solo que cuando el cliente se lo prueba ya lo ha comprado y lo tiene en su casa, es decir, ya se ha producido la venta y si no le gusta hay que deshacerla. Esta molestia, con la que ya cuentan los distribuidores, podría reducirse en gran medida con el software creado por la startup danesa Fitbay, donde los usuarios definen su altura, su peso y dan señas sobre su forma corporal (de pera, de manzana, musculosa, ovalada, brazos largos, cortos y una multitud de adjetivos).
De esta forma Fitbay se acerca al tipo de figura que tiene el usuario, pero aún hay más. El software tiene un componente social que pone en contacto a diferentes personas, cada una con su constitución. El usuario tiene la posibilidad de elegir a qué constituciones se parece más la suya. De esta manera, el algoritmo le recomienda compras en base a lo que han adquirido los que tienen un perfil similar al suyo.
Una vez afinado al máximo el tipo de figura que tiene un usuario, este puede probarse virtualmente la ropa haciéndose selfies. Fitbay adapta las prendas a la constitución dada y con una simple foto del smartphone, la persona en cuestión puede tener una idea bastante aproximada de cómo le queda tal o cual prenda.
La startup danesa ha obtenido una financiación por valor de 2,4 millones de dólares para continuar el desarrollo de su producto. Empezó a funcionar el pasado mes de febrero y ya se han registrado 100.000 usuarios. Según datos de la propia compañía, en su base de datos ya existen más de cuatro millones de artículos procedentes de 1.000 distribuidores.
Imágenes: Minh Hoang y Kathryn Greenhill
