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Edge computing y fog computing: en qué se diferencian

La creciente migración de procesos a la nube, incluidos a los asociados al despliegue de sistemas de inteligencia artificial e Internet de las Cosas (IoT), requiere una infraestructura de red robusta, flexible y eficiente a la hora de procesamiento y almacenamiento de datos. Lo cual ha sido solucionado con dos enfoques esenciales para las empresas: el fog computing y el edge computing. 

Ambos modelos complementan la informática en la nube y reducen de forma notable el tiempo de procesamiento de datos. Pero tienen ciertas diferencias entre sí que vale la pena conocer: 

¿Qué es edge computing?

Informática de borde o computación perimetral. Se caracteriza porque el procesamiento de datos se realiza en los dispositivos que utilizan los usuarios, y no en la nube, es decir, en servidores alojados en grandes centros de datos. 

Este enfoque les entrega capacidades informáticas a los puntos locales de una red. Lo cual reduce significativamente la distancia entre el dispositivo conectado y el procesamiento de datos asociados al mismo, disminuyendo la latencia y mejorando el rendimiento. 

Sin embargo, la capacidad de procesamiento puede tener limitaciones, porque depende de las prestaciones del dispositivo. Por lo cual es más recomendable para procesos sencillos. 

 ¿Qué es fog computing?

Computación en la niebla o en la sombra. En esta infraestructura de red, al igual que en edge computing, los datos generados por un dispositivo no se cargan directamente en servidores en la nube para su procesamiento. Esta tarea se realiza cerca de los dispositivos en una red específica, en mini centros de datos descentralizados.

La arquitectura de red fog computing se extiende desde el borde externo (edge), hasta la computación en la nube centralizada, usando uno o varios dispositivos de usuario o situados cerca de él, conformando una estructura denominada pasarela, donde se ejecuta gran parte de almacenamiento, comunicación y gestión de datos.

De ese modo, funciona como un puente entre la data procesada localmente y la enviada a la nube, donde finalmente se realizan procesos y almacenamiento de datos que no requieren baja latencia ni ejecución en tiempo real.

Diferencias entre fog y edge computing 

La diferencia principal entre los dos enfoques es el lugar en que se realiza el procesamiento de los datos. En el enfoque edge computing, la tarea se realiza en el mismo dispositivo o uno al que está conectado y hace de puerta de enlace. Mientras que, la computación en la niebla hace la actividad en la LAN o el hardware de la LAN, alejándolas un poco de los sensores.

Sin embargo, hay otras características del fog computing y el edge eomputing que valen la pena tener en cuenta, porque representan diferencias entre los dos enfoques.

fog computing

Nivel de seguridad 

Como en el edge computing los datos recorren mínimamente la red, es más sencillo protegerlos potenciando la seguridad y su tratamiento en los dispositivos conectados. Aunque puede haber dificultades al respecto, porque se depende del enfoque o nivel de ciberseguridad aplicado por fabricantes y proveedores de sensores y dispositivos IoT (Internet de las Cosas).

En el fog computing, el tráfico de datos es segmentado a lo largo de la red. Aunque podría suponer mayores problemas de seguridad, eso no sucede, porque permite agregar corta fuegos o firewall adicionales en la red y brinda la ventaja de poder actuar como proxy de los dispositivos con recursos limitados, para actualizaciones de credenciales de seguridad o software.

Complejidad de la arquitectura 

Edge computing supone un entorno informático conformado por diferentes componentes de nuevas tecnologías, comunicados entre sí mediante diversas interfaces. Pero el modelo del fog computing exige más infraestructura (como fog nodes y minicentros de datos), claro que a su favor tiene el plus adicional de tener mayor capacidad de procesamiento (incluso de otras fuentes de datos) y aceptar varios dispositivos.

Uso de computación en el borde y computación en la niebla

Dadas sus características, la informática de borde es usualmente implementada para operaciones de procesamiento sencillas y en tiempo real. Mientras que, el fog computing y sus pequeños nodos o centros de datos, son utilizados para operaciones más complejas o grupos de datos que requieren algoritmos más sofisticados.

¿Cuál de los dos enfoques es mejor?

No es posible dar una respuesta precisa, porque todo depende de las necesidades de procesamiento de datos de cada ecosistema. De hecho, pueden complementarse y trabajar como elementos subordinados de una gran infraestructura de red potente, donde determinadas actividades se ejecutan en el borde, otras en la niebla y las más complejas o a gran escala en la nube central. Todo dependiendo de las características específicas de la aplicación o sistema IoT. 

Estas infraestructuras de red potentes resultan ideales para la transformación digital, especialmente para el despliegue IoT y de aplicaciones de inteligencia y procesamiento de datos, porque son más flexibles, estables y con velocidades de respuesta diferentes, acorde a las características de cada proceso o actividad a ejecutar. 

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