Esta generación supondrá el tejido empresarial del futuro y las empresas deben adaptarse a sus necesidades y demandas, entre las que se encuentra un modelo de trabajo distinto.
La transformación digital es un proceso que las empresas ya están experimentando a nivel global. El cambio en el tejido empresarial que ha supuesto la irrupción de la era digital también ha afectado a nivel social. Es el caso de la Generación Z.
Según los informes, quienes pertenecen a esta generación tienen la capacidad y la actitud necesaria para liderar la transformación digital. Se considera la primera oleada de jóvenes 100% digitales, ya que “han nacido con un smartphone en la mano”. Así lo ha declarado recientemente Rosalía O’Donnell Baeza, Responsable de Talentum en Telefónica, quien también ha afirmado que son la primera generación que sale al mercado laboral con la capacitación adecuada para el entorno digital: “Mientras que las generaciones anteriores han tenido la misma formación digital que las personas que crecieron en el ámbito analógico, la generación Z sale al mercado laboral con conocimientos sobre Big Data, Community Manager, IoT etc.
Este colectivo es un target importante para las empresas, ya que empiezan a ocupar posiciones de responsabilidad, tanto en las instituciones como en la empresa privada. A día de hoy suponen cerca de un 2% del mercado laboral vigente, cifra que irá en aumento, teniendo en cuenta que el segmento más joven aún no tiene la edad necesaria para trabajar.
Todo esto supone y conlleva importantes retos para las compañías, ya que “deben aprender a relacionarse con este colectivo, ser capaces de potenciar su talento y tener la habilidad de construir un método de trabajo que se adapte a su forma de entender el mundo”, ha dicho al respecto Rosalía O’Donnell.
Esta percepción de la realidad que tiene la Generación Z nace de un contexto caracterizado por la globalización del mundo, la situación generalizada de crisis económica, el auge de la tecnología, y la digitalización. La globalización les hace ser comprometidos, tener una visión holística del mundo y ser capaces de encontrar el equilibrio entre los aspectos laborales y personales. Además, la crisis hace que adquieran un carácter responsable y pragmático. Por otro lado, la digitalización y la tecnología afecta mucho a sus actitudes, algo que posteriormente repercutirá en la empresa. En este sentido, se caracterizan por su impaciencia, su curiosidad, y por estar siempre conectados, entre otros aspectos.
Por todos estos motivos, es importante que las compañías adapten sus estructuras y estrategias a la visión de esta generación, ya que valora las marcas que conectan con su estilo de vida y comparten sus compromisos y preocupaciones. Para ellos, la reputación de las empresas depende en gran parte de la interacción que tengan en las redes sociales. Por otro lado, tienen muy en cuenta el modelo de trabajo que ofrece la compañía, por lo que “su incorporación al tejido empresarial requiere unos modelos de trabajo y de gestión diferentes. Estos jóvenes conceden menos relevancia a las jerarquías, se motivan a base de objetivos y están acostumbrados a trabajar en red”, ha destacado también la Responsable de Talentum, quien explicaba al respecto que esta generación “no concibe que el trabajo sea el lugar donde este se desarrolla, para ellos el trabajo es lo que hacen, al margen de cualquier otra consideración”.
Programa Talentum
Y justo en este contexto se desarrolla Talentum. Este programa de Telefónica impulsa el talento de la juventud a base de actividades formativas y de empoderamiento. Se realizan trabajos de formación donde el foco principal se encuentra en los campos de la tecnología y el marketing, debido a que son las áreas que están más en auge gracias a la revolución digital, y a que son las que requieren un continuo reciclaje. Por otro lado, además del desarrollo de las aptitudes digitales, el programa Talentum pone especial hincapié en el desarrollo de las soft kills, ya que son éstas precisamente las habilidades (comunicación, networking, resolución de retos en entornos de presión, trabajo en equipo, liderazgo…) que más echan en falta los directivos de las empresas que trabajan con este sector de la juventud. Todo un reto.