El gigante de Internet busca que el usuario mejore su experiencia en la web para reducir el tiempo de carga de sus páginas. Para ello ha creado este algoritmo, Guetzli, que consigue reducir el peso de las imágenes y por tanto disminuir el consumo de datos por parte del usuario.
Que Internet sea cada vez más rápido se ha convertido en una obligación para los gigantes de este medio. Cualquier técnica capaz de reducir el peso de la web y de los archivos para que la carga de las páginas sea más veloz es bienvenida en el Internet actual.
Sin duda, el gran peso de una página web recae en los recursos audiovisuales que esta utilice en su creación. Las imágenes, dependiendo de su calidad, condicionan la velocidad a la que se cargue una web. El formato de compresión de imágenes más estandarizado y conocido es JPEG. Este códec apenas ha sufrido modificación alguna desde su creación. Sin embargo, el gigante de Internet, Google, ha decidido provocar una revolución en este formato.
Ficheros que pesan un 35% menos
Esta novedad tiene nombre propio: Guetzil. Se trata de un nuevo algoritmo de Google que consigue crear imágenes con formato JPEG a un nivel de compresión muy elevada. La compañía detalla en su blog corporativo Research que sus desarrolladores han logrado reducir el peso de los ficheros en un 35%, aumentando las posibilidades tanto de almacenamiento como de envío de archivos de este tipo.
Guetzli es un codificador JPEG para imágenes digitales y gráficos que mejora la velocidad de Internet gracias a esta reducción de los archivos JPEG, pero sigue manteniendo la compatibilidad con los navegadores existentes, las aplicaciones de procesamiento de imágenes y el estándar JPEG.
Equilibrio entre calidad y tamaño
No obstante, no podemos poner por delante el tamaño de la imagen y olvidar por completo la calidad de esta. Por ello, mantener un equilibrio entre ambos conceptos ha sido la máxima de los ingenieros de Google. El objetivo ha sido equilibrar las diferencias entre JPEG y Guetzli, consiguiendo una compresión mayor pero con la misma calidad de la imagen.
Las ventajas, por tanto, son amplias tanto para la compañía como para los clientes. En primer lugar se reducirán los costes derivados de los servidores que sostienen toda la información, mientras que el usuario podrá compartir imágenes de manera más sencilla y menos complicada, lo que se traduce en una reducción en el consumo de datos muy considerable, algo que es bastante importante para el cliente.
La única desventaja de este nuevo algoritmo es el tiempo que necesita de ejecución. La compresión tarda en realizarse más que anteriormente, pero los resultados para el usuario merecen bastante la pena.
El último paso de un largo camino
Guetzli no es el único intento que ha existido por reducir el tamaño tanto de imágenes como de los propios sitios web. En 2014 WebP redujo el tamaño de los archivos fotográficos un 10%, convirtiéndose en el antecesor de la novedad expuesta por Google. Sin embargo, este algoritmo tenía un inconveniente: era necesario cambiar de formato al hacer la compresión, creando así ciertos problemas de compatibilidad con algunas plataformas.
Zopfli sigue el mismo método de reducción que Guetzli. Este algoritmo comprime los ficheros PNG y los archivos GZIP sin crear otro formato diferente, al igual que sucede con Guetzli.
En palabras de Google, esperan que los webmasters y diseñadores gráficos encuentren una utilidad a este nuevo algoritmo para poder mejorar su contenido fotográfico y, sobre todo, para optimizar la experiencia del usuario en Internet. Pero sobre todo, lo que esperan es que la investigación en compresión de imágenes no se frene aquí y siga adelante.