En algún momento seremos capaces de descargar nuestros sueños

Un penique por tus pensamientos. Es una expresión anglosajona que define muy bien lo mucho que nos intriga qué se esconde en la mente de los demás. Incluso en nuestro propio cerebro. Sabemos lo que estamos pensando en ese momento pero nos gustaría saber por qué nos vienen determinados recuerdos o ideas a la mente en un momento concreto. O por qué soñamos lo que soñamos. Sueños que no siempre recordamos. O que olvidamos al despertar. ¿Y si pudiéramos descargar nuestros sueños como una película?

El ser humano siempre ha tratado de entenderse a sí mismo. Y uno de los rincones más escondidos es su cerebro. Hemos avanzado mucho pero también queda mucho por recorrer. Por ejemplo, entender muchas de las enfermedades que afectan al cerebro o cómo funciona exactamente nuestra memoria. Y uno de los campos que más nos intriga es el de los sueños. ¿Por qué soñamos? ¿Por qué soñamos distinto unos y otros? ¿Qué hace que recordrmos un sueño al despertar pero lo olvidemos al cabo de unos minutos?

Desde siempre, el ser humano ha intentado interpretar los sueños. Y en las últimas décadas, gracias a la tecnología, se ha avanzado mucho en el intento de registrar la actividad cerebral y darle un significado. La última frontera, descargar esos sueños o grabar los sueños para poder verlos como fuera una fotografía o un vídeo que grabaste en tus últimas vacaciones. Registrar los sueños podría ayudar a detectar patologías antes de que se manifiesten, nos permitiría entender mejor cómo funciona nuestra mente. Y, a nivel de entretenimiento, imaginemos un futuro en el que Internet se llena de sueños de personas que han querido compartirlos en YouTube, TikTok o Instagram.

Nos gustaría leer los sueños de la gente

Esta frase corresponde a unas declaraciones que realizó el doctor Moran Cerf en 2010. Experto en Neurociencias, ese año publicó una de sus investigaciones en la revista especializada Nature. El producto de la investigación era un dispositivo electrónico que, cuando estuviera terminado, debía ser capaz de grabar e interpretar los sueños. En el artículo de Nature decían haber desarrollado un sistema capaz de registrar la actividad cerebral en un alto nivel, tal y como explicaba la BBC en su versión en español.

Con su investigación, Moran Cerf y su equipo querían obtener una manera de visualizar de manera electrónica la actividad cerebral del paciente. Una manera de certificar que lo que explica el paciente es realmente lo que recuerda o soñó y no un falso recuerdo o un recuerdo erróneo. Pero convertir impulsos eléctricos en un vídeo en alta definición para reproducir en el televisor no es tan simple como pudiera parecer. De ahí a descargar nuestros sueños hay varios pasos intermedios.

Para llegar a esa meta, el investigador monitorizó a varios pacientes voluntarios. Su premisa en aquel entonces era que las neuronas encargadas de recordar se asociaban a un objeto, persona o concepto concretos. De manera que si pensaban en ello, se iluminaba una neurona específica. Pero de asociar ideas a neuronas y de ahí traducirlo a imágenes en movimiento hay mucho camino por recorrer.

Algún día decodificaremos el cerebro para poder descargar los sueños

¿Por qué hablamos y nos movemos mientras soñamos?

Todos conocemos a alguien que no se está quieto en la cama mientras duerme. Mueve los brazos, da patadas en el aire… Incluso hay quien se dedica a hablar en voz alta. De estas situaciones han surgido multitud de anécdotas divertidas. Otras no tanto. Sea como fuere, investigadores como Daniel Oldis y David M. Schyner, en vez de monitorizar el cerebro, optan por registrar los movimientos y el habla en sueños para interpretarlos.

David M. Schyner dirige el Laboratorio de Neurociencias Cognitivas de la Universidad de Texas. Junto a Oldis, y empleando resonancias magnéticas y electromiografía, han dedicado su tiempo a medir los impulsos de los nervios a los músculos de sus sujetos de investigación mientras dormían. Analizando esos movimientos intentan obtener un equivalente virtual que emula los movimientos del individuo que sueña. Y de ahí a interpretar qué está soñando. Es decir. En vez de descargar o grabar tus sueños, han logrado recrearlos virtualmente.

Los resultados de esta investigación, presentados en 2016, eran la representación en 3D del sujeto moviéndose en sueños. Obviamente, con esa información no se puede interpretar todo el sueño, ya que solo tenemos la imagen virtual del soñador y los registros de sus movimientos subvocales. Nos faltaría por conocer dónde se encuentra y si hay más personas representadas en su sueño. Pero se trata de una aproximación primaria que nos da cierta información de cara a futuras investigaciones.

Obtener imágenes a partir de la mente

Para llegar al propósito de descargar los sueños queda mucho por hacer. Por el momento, registramos impulsos eléctricos y los interpretamos. A lo máximo que hemos llegado es a recrear esa información con software en forma de imágenes virtuales en 3D. De ahí a obtener imágenes en movimiento que nos permitan guardar nuestros sueños y reproducirlos en el televisor o en el smartphone hay varios pasos que dar.

Yukiyasu Kamitani y su equipo, en la Universidad de Kioto, llevan años trabajando en algo parecido. Ya en 2013 publicaron su investigación en la prestigiosa revista Science con el sugerente titular “Descodificación neuronal de las imágenes visuales durante el sueño”. Empleando tecnologías como el machine learning y una base de datos de palabras e imágenes combinado con resonancias magnéticas, su objetivo es convertir la actividad cerebral detectada en imágenes visuales.

En el futuro podríamos descargar nuestros sueños para recordarlos
Fuente: Project Dormio

Registrar tus sueños y guiarlos

Otra investigación relacionada con el mundo de los sueños y la idea de descargar nuestros sueños, o dejar constancia de ellos, es la que se publicó en 2020 en el MIT, el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts. El resultado de la investigación es un dispositivo, gestado en las instalaciones del grupo de interfaces de fluidos del Media Lab del MIT. Este dispositivo, de nombre Dormio, permite registrar los sueños e incluso guiarlos hacia temas concretos.

El aparato se lleva en la mano, como una especie de brazalete o pulsera como las que emplean muchos deportistas para registrar sus constantes vitales y sus actividades físicas. El aparato se lleva en la muñeca y en los dedos de la mano y cuenta con sensores que registran las constantes durante el sueño. Combinado con una app, se registra esa actividad. El método se llamó Targeted Dream Incubation (incubación selectiva de sueños).

Sin embargo, esta investigación está más centrada en influir en los sueños durante una fase temprana de semilucidez con propósitos creativos y artísticos que a registrar realmente con imágenes lo que estamos soñando. Tendremos que esperar unos cuantos años o décadas más hasta lograr el ansiado propósito de descargar nuestros sueños y compartirlo en Internet.

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