Nada es imposible: los mejores ejemplos de superación personal

La superación personal no debe entenderse como una idea utópica. Hoy os presentamos 4 ejemplos de personas que han ido más allá de sus propios límites, consiguiendo lo que se proponían.

A menudo, cuando entramos en una librería, dejamos caer nuestra vista en una determinada sección de la tienda. Supérate a ti mismo, 4 retos para ser mejor o Desafíos que ponen a prueba tu capacidad personal, podrían ser algunos de los títulos imaginarios que nos encontráramos en nuestra búsqueda.

Pero, ¿es posible aprender a desafiarnos personalmente? ¿Es cierto que podemos cumplir los retos que nos propongamos, sean cuales sean? En psicología, se define la palabra resiliencia como la capacidad individual para sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas variados. En otras palabras, el poder de soportar una situación, por difícil que sea, y aprender de ella.

La resiliencia se manifiesta en las personas, pero también se aprende con el paso del tiempo, y con los cambios de circunstancias. Hoy en el blog os queremos contar algunas de las historias personales que más nos han tocado la fibra sensible, por ser verdaderos ejemplos de superación personal, que todos deberíamos tener en cuenta en nuestro día a día.

Kyle Maynard: un luchador en la pista y en la vida

Kyle Maynard es un joven estadounidense que ha desafiado a todos y todo. Nacido en Georgia en 1986, sufre desde pequeño un trastorno genético muy raro, denominado amputación congénita, por el que no tiene ni codos ni rodillas.

Sin embargo, este problema físico no le ha impedido cumplir sus metas. A pesar de su discapacidad, Maynard no ha dejado nunca de luchar, sirviéndonos como un gran ejemplo de cómo afrontar los desafíos en la vida, como explica en el siguiente vídeo:

El equipo Hoyt: padre e hijo afrontando desafíos

Una de las leyendas vivas de las historias de superación personal es la del conocido como equipo Hoyt. O lo que es lo mismo, la pareja formada por Dick Hoyt (padre) y Rick Hoyt (hijo). Una historia enternecedora, que nos cuenta cómo podemos superar todas las barreras que tenemos delante.

Rick nació con una discapacidad adquirida, debida a que durante su nacimiento, el cordón umbilical se enrolló alrededor de su cuello, por lo que no le llegó suficiente oxígeno al cerebro, y esto le produjo una parálisis cerebral. Desde pequeño Rick comenzó a usar un ordenador especial para comunicarse, donde escribió por primera vez «¡Vamos Bruins!», en referencia al equipo deportivo de la Universidad de California.

Su afición por los deportes creció a medida que su padre comenzó a llevarle a competiciones. Si tienen que nadar, Dick empuja a su hijo en una barca. Si deben correr, su padre le empuja en una silla de ruedas especialmente adaptada. Si han de ir en bicicleta, Rick va en una silla acoplada a este vehículo.

Solo hasta 2005, habían llegado a participar en un millar de eventos, entre los que se incluían triatlones, duatlones, o incluso maratones. Una historia de amor y superación personal que nos emociona realmente.

Hoyt

Daniel, el niño autista que completó 6 cursos de Coursera

Hace unos días conocíamos otra historia conmovedora, la de Daniel, un joven de sólo diecisete años, que había conseguido completar seis programas de Coursera. Un dato que no sería relevante si no tuviéramos en cuenta que este chico presenta autismo, un conjunto de trastornos que afecta al desarrollo, de forma que los individuos que la padecen suelen aislarse de su entorno social.

En palabras de la familia de Daniel, la existencia de estos MOOCs le ha permitido precisamente mejorar sus habilidades de comunicación y de relaciones interpersonales. Una experiencia increíble que pone de nuevo en escena las grandes ventajas de este tipo de cursos de formación, que no solo permiten una actualización de conocimientos constantes, sino también una ayuda particular para individuos con discapacidades o trastornos diversos.

Pablo Pineda, el maestro con síndrome de Down

El joven español Pablo Pineda cierra nuestra lista de ejemplos de superación personal. Con 38 años, Pineda es una de las personas que mejor representan conseguir un reto a base de trabajo y esfuerzo. Pablo tiene síndrome de Down, enfermedad que no le ha impedido luchar durante toda su vida, como en los casos anteriores, por hacer lo que quería.

Pineda es diplomado en Magisterio, y hasta la fecha, era la primera persona con síndrome de Down en Europa que había terminado una carrera universitaria. Pablo, en esta entrevista, comentaba que su truco para estudiar y ser capaz de terminar la diplomatura, había estado en memorizar todo en voz alta. El joven apostaba porque en el futuro el sistema educativo fuera más plural, rico y diverso, valores que en su opinión ayudarían mucho a este tipo de personas.

Su respuesta ante los desafíos del futuro es clara, ya que Pablo Pineda habla de «una sociedad con mejores valores, en la que la diferencia sea vista como un valor y no como un problema o defecto». Unas palabras que no hacen sino repetirnos ideas como las de la integración social o la igualdad, factores importantes que garantizarán que toda la ciudadanía pueda afrontar sus propios desafíos personales, sean cuales sean.

Su ejemplo fue recogido en la película Yo, también, que nos ofrece el lado humano de estas historias de desafíos y retos que deberíamos tener en cuenta en nuestro día a día.

Imágenes | Flickr, Equipo Hoyt

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