No porque salga una computadora nueva cada año la tuya tiene que quedar obsoleta. Agregando memoria y un disco de estado sólido puedes mejorar el desempeño de la misma y seguir usándola por más tiempo. ¡Es barato y sencillo!
Cada año -y a veces más seguido que eso- se presentan nuevos modelos de computadoras, ya sean de escritorio o portátiles, que nos hacen pensar que las que tenemos son ya obsoletas. No siempre es así. Por supuesto que nos encantaría tener el equipo más nuevo, pero cuando nuestras necesidades no cambian, el gasto para un nuevo equipo no es prioritario.
Si el presupuesto es limitado o si la computadora que usas se siente inexplicablemente lenta, hay algunas cosas que puedes hacer para mejorar su rendimiento sin tener que invertir mucho dinero. En particular, te quiero mencionar dos cosas que le darán nueva vida a tu vieja computadora: agregar memoria RAM e instalar una unidad de estado sólido.
Ahí tienes, dos mejoras de hardware debajo de los 200 dólares que harán más veloz tu computadora, y que son muy notorias al momento de arrancar y de usar tu computadora. Aunque le pagues a alguien más por la instalación, gastarás mucho menos que si compras equipo nuevo.
La memoria RAM es usada por la computadora para ejecutar programas, así que entre más tengas, más fluida será y podrás correr más programas a la vez. Por ejemplo, si tienes abierto el navegador de Internet, estás escuchando música y al querer abrir Office se tarda siglos, probablemente te haga falta RAM.
Afortunadamente la memoria RAM no es cara, y es posible encontrar un módulo de 4GB en 50 dólares, aunque el precio cambia dependiendo del modelo de tu computadora. Yo te recomiendo tener por lo menos 8GB de RAM. Si decides agregar memoria a tu computadora, fíjate bien que la que compres sea compatible, y hazlo con mucho cuidado. No es difícil hacerlo, pero es un asunto delicado.
El disco duro es el espacio en el que almacenamos nuestros archivos y programas en la computadora, y es de los pocos componentes mecánicos de la misma. Al ser mecánico, tiene más probabilidades de fallar que una unidad de estado sólido, (SSD, por sus siglas en inglés) que además de ser completamente digital, es más veloz.
Cambiar el disco duro por una unidad SSD ofrece ventajas como velocidad del sistema y menos fallas (por golpes, etcétera) pero tiene una desventaja: las unidades SSD no ofrecen tanta capacidad de almacenamiento como los discos duros. Si tienes una laptop esto podría ser un problema, pues sólo hay espacio para un disco, pero si tu computadora es de escritorio, puedes tener una combinación de disco duro y SSD.
Recientemente cambié el disco duro de una laptop vieja por una unidad SSD y los valores de lectura y escritura del sistema mejoraron enormemente. Cada vez que abres un programa, copias una foto, video o un MP3, estás accediendo al disco, y entre más veloz lea y escriba tu computadora, menos tardará esa tarea.
En el gráfico a continuación puedes ver los valores de lectura y escritura del disco duro (con la etiqueta “Antes”) y los del SSD (etiquetado “Después”). Sin meternos en detalles, el aumento en los valores nos ilustra la mejoría en la velocidad lograda con el cambio, casi un 1000% en el peor de los casos.
Una unidad SSD de 128 GB de capacidad tiene un precio promedio de 100 dólares.
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