Hemos estado hablando con Thibaut Deleval, el fundador de Valioo, una de las primeras startups aceleradas por Wayra Madrid. Valioo nace como una plataforma web y móvil donde el consumidor puede opinar sobre cualquier producto/servicio. La originalidad es que a cambio de su opinión, el usuario recibe del negocio objeto de la opinión un micro-pago que dona a su ONG favorita. Se trata de transformar datos (opiniones) en financiación para proyectos sociales.
Hola Thibaut, vemos que un año después de estrenar Valioo estáis lanzando un nuevo producto. ¿Qué no funcionó con la primera versión de Valioo?
Pues sí, Valioo no ha dado los resultados que esperábamos y hemos tenido que replantearnos muchas cosas…
Básicamente en Valioo cometimos 3 errores.
- El primero es que dimos por válida una hipótesis fundamental (“la gente va a querer opinar para ganar dinero para su ONG favorita”) sólo a base de entrevistas y no observando comportamientos. Muchas veces, la gente te dice lo que quieres escuchar para quedar bien. Sin embargo, lo que importa de verdad no es lo que la gente dice sino lo que hace.
- El segundo error fue construir Valioo sobre una propuesta de valor que no dependía exclusivamente de nosotros. Para remunerar al usuario necesitábamos clientes, es decir negocios dispuestos a pagar por nuestros servicios. El problema es que los usuarios se consiguen más rápidamente que los clientes, y entonces les defraudas porque vienen a opinar pero no hay todavía dinero en el sistema para remunerarles con los micro pagos solidarios.
- Y quizás el error más grave ha sido desarrollar un producto completo de primeras. Nos hemos gastado mucho dinero en desarrollar un montón de funcionalidades que nadie jamás valoró.
Aprendiendo de estos errores, ¿Qué ha cambiado en la manera de plantear la nueva versión?
Con Gus hemos cambiado por completo el chip. Seguimos trabajando con opiniones y con la voluntad de financiar proyectos solidarios, pero hemos dejado de confundir nuestros sueños con la realidad. Hemos adoptado una metodología lean. Para los que no saben de qué hablo, les recomiendo leer el ebook “Pretotypeit”. La idea consiste en construir poco a poco, validando hipótesis al menor coste posible.
Y,en la práctica, ¿cómo se materializa en el caso de Gus?
Por ejemplo, para hacer un test de concepto, creamos una web provisional (prelanding) que tan sólo explicaba el concepto “Encontrar los libros adaptados a tus gustos” y permitía a la gente dejar su email para que les informásemos el día que Gus fuese a salir. Esto nos permitió comprobar con muy poco dinero que había gente interesada.
Después hicimos una versión feísima y muy básica de Gus con el único objetivo de comprobar que el gesto de escanear el código de barras de un libro era fácil y realmente más rápido y práctico que introducir datos (título/autor) en un buscador.
Sólo después decidimos sacar la primera versión “pulida” de Gus pero sin añadir ninguna de las muchas funcionalidades que teníamos en mente. Queremos construir el Gus que el usuario desea.
Así hemos identificado que, además del escáner y las recomendaciones, el usuario quería una Wishlist para almacenar los títulos de los libros apetecibles que le vamos recomendando. También hemos visto que hacía falta motivar un poco a la gente para que siga valorando libros a pesar de ya recibir recomendaciones de calidad. Por esto añadimos un sencillo juego que permite ganar libros y al que puedes jugar cada vez que añades un cierto número de valoraciones.
El resultado de estos aprendizajes de la mano de nuestros betatesters es la primera versión pública de Gus que puedes ver en este vídeo:
Esta versión ya esta disponible para iPhone y Android
Y ahora, ¿qué demandan los usuarios?
Pues, ahora que hemos hecho un lanzamiento “oficial” con la app en los tiendas de Apple y Android, nos llega más información de los usuarios. Quieren poder compartir su Wishlist para que sus amigos y familiares sepan qué libros regalarles. Y esto lo queremos sacar antes de las Navidades. También quieren una solución para valorar libros sin tener que escanearlos, por ejemplo, porque no tienen el libro a mano o porque se trata de un ebook. ¡Tenemos trabajo! Pero por lo menos esta vez sabemos que sólo desarrollamos utilidades que los usuarios valoran.