iBeacon, otro ingrediente para la revolución del sector del comercio y la domótica

No sólo Google se ha posicionado en el sector de la domótica con la compra de Nest. Apple utiliza iBeacon, que aunque no se centra en este sector, seguro tendrá su lugar en el posicionamiento en interiores.

iBeacon no es más que una baliza o radio-baliza de proximidad (que es el significado de la palabra inglesa) basada en una variante del Bluetooth, el denominado BLE (Bluetooth Low Energy), que reduce las necesidades de consumo de energía frente al Bluetooth estándar. Esta tecnología implementará el Bluetooth de los smartphones, y ya los nuevos iPhone lo soportan (aunque no se hizo mucho ruido, se introdujo junto con iOS7 en su despliegue).

Para su uso comercial se necesita instalar una serie de dispositivos (denominados beacons) que requieren alimentación eléctrica (aunque su consumo hace que las baterías puedan durar años) y que serán activados cuando se acerque un receptor. Dada la corta distancia de alcance de la tecnología, se podrán activar multitud de acciones en referencia a donde se encuentra el beacon, desde características del producto al que nos estemos acercando, información sobre una obra de arte en un museo, etc. Si combinamos esta tecnología con las posibilidades de desarrollar una app en el dispositivo receptor las opciones se disparan, sobre todo para la venta inteligente, cuponeo, ofertas…

Ya existen empresas que están ofreciendo como servicio redes iBeacon, suministrando el hardware (un beacon cuesta alrededor de 30US$), las librerías para poder desarrollar aplicaciones que usen la información de los beacons, la configuración de los mismos, estadísticas de uso, etc. El sector además empieza a moverse. Apple anunció a finales de año el despliegue de iBeacon en 254 de sus tiendas; en enero inMarket lanzó una red cubriendo 150 tiendas de alimentación; Macy’s está llevando a cabo un programa piloto con Shopkick en dos de sus tiendas.

Los casos de uso en comercios son diversos y van desde la identificación del cliente a la entrega de contenidos relacionados con el punto donde se encuentra (información de producto), activación de promociones, información de ‘navegación’ del cliente por la tienda (el equivalente al recorrido por la Web pero en el mundo físico), o como mecanismo de pago (compitiendo con el sistema NFC).

Es sólo el principio de algo que puede revolucionar el sector del comercio, pero que, como todo, tendrá también amenazas para su éxito. Así, la tecnología no ha sido pensada específicamente con la seguridad en mente, lo que puede complicar ciertas aplicaciones, como el pago.

Sistema iBeacon

En segundo lugar, esta tecnología se añade al debate de privacidad de los clientes, aunque es necesario que el usuario tenga activada la recepción de iBeacon (seguramente integrado en una aplicación de la propia tienda) y por lo tanto es su decisión activar el servicio o no. Esto entonces se convierte en una amenaza de adopción, ya que el cliente proactivamente tendrá que querer disfrutar de estas funciones y por lo tanto los beneficios que obtenga por su uso deben ser patentes.

Además, la gestión inteligente de una red de beacons no parece tarea sencilla para un comercio grande, y serán necesarios muchos recursos y coordinación para sacarle el máximo partido a dicha red cuando un cliente se pasea por las distintas plantas. Qué proponer y de qué forma en cada beacon requerirá un alto nivel de detalle y automatización. Además será necesario integrarlo en la estrategia multicanal del comercio para que todo tenga sentido.

Una buena noticia es que si bien la tecnología es de Apple, no hay limitaciones para que sea usada por dispositivos Android. Esta aproximación de Apple puede dar lugar a muchos análisis estratégicos de hacia dónde quiere ir la compañía y qué rol pretende jugar en la revolución de los comercios.

De momento Apple no ha anunciado funcionalidades asociadas con la domótica, pero teniendo en cuenta el potencial de esta tecnología, saltan a la mente multitud de opciones, desde una gestión inteligente de las luces en una vivienda, encendido de ciertos componentes electrónicos, manuales de instrucciones “pegados” al electrodoméstico, etc.

Imagen: AudioVisualSource

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