madera impresora 3d

Bioimpresión: imprimiendo árboles o cómo la Nasa quiere fabricar madera

Las impresoras 3D van a tener un impacto más pronto que tarde en la mayor parte de las industrias. La NASA quiere usar la bioimpresión 3D para solucionar algunos problemas que tienen en la exploración espacial.

En los últimos años no han dejado de surgir noticias acerca de las impresoras 3D. Ya no cabe duda de que la impresión 3D va a suponer una auténtica revolución económica en multitud de campos, desde la industria manufacturera hasta la médica, alimenticia o aeroespacial.

En la actualidad hay multitud de grupos de investigación en todo el mundo, aprovechando los conceptos de la impresión 3D para realizar avances significativos en el campo de la biología. Desde la creación de tejido artificial, hasta la impresión de órganos completos para trasplantes. Lo que hace unos años nos parecía ciencia ficción quizá esté mucho más cerca de hacerse realidad

La NASA también está muy interesada en todos los avances de la impresión 3D en materia de biología y medicina para aplicarlos en la exploración espacial. La idea que la agencia aeroespacial tiene en mente es usar los subproductos generados por las  células genéticamente modificadas para generar nuevos materiales, escasos y de difícil acceso, en futuros viajes al espacio. Tal y como se ha publicado en el blog TechCrunch la NASA esta subvencionando el trabajo de las biólogas Lynn Rochschild y su alumna de doctorado Diana Gentry, ambas de la Universidad de Stanford, para alcanzar este objetivo mediante las impresoras 3D.

Infinidad de productos en la Tierra son generados por células: madera, leche, lana, seda, celulosa o nácar son algunos ejemplos de ello. Sin embargo, en el espacio sería improbable tener una plantación de árboles para obtener madera. La idea es que en un futuro se puedan usar impresoras 3D para crear diversidad de tejidos de células modificadas genéticamente que originen como subproductos compuestos como puede ser madera, comida o tejidos humanos útiles para los astronautas.

Para conseguir esto, Rothschild y Gentry están aprendiendo a manipular las células para que hagan cosas completamente nuevas. Como indica Andrew Hessel, analista en biotecnología, existen múltiples líneas de investigación como las de las empresas Organovo o Autodesk.  Sin embargo la mayoría se centran “solamente” en la forma de crear tejidos de células pero sin llegar a entrar en la manipulación de su estructura. La impresión 3D es un amplio campo de trabajo que avanza a grandes pasos, con diferentes investigadores que trabajan en múltiples frentes de forma simultánea.

Bioimpresión Bioimpresión Bioimpresión

Si todo va bien, estas dos biólogas tendrán listo para el próximo mes de octubre el primer concepto de impresora 3D que producirá un tejido de células capaces de excretar subproductos como la madera. Ambas biólogas se encuentran actualmente recopilando una amplia base de datos de distintos tipos de células y perfeccionando el proceso de selección para fabricar y luego excretar aquellos subproductos deseados a partir de impresoras modificadas para tal fin.

A largo plazo, Diana Gentry cree que serán capaces de crear nuevos materiales como madera reforzada de fibra de carbono o  con incrustaciones de cobre que permita la conductividad eléctrica gracias a esta tecnología.

Imagen Tridimake

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