La impresión 3D marca el camino de una nueva era industrial

La impresión 3D marca la tendencia que se acentuará de ahora en adelante: la posibilidad de crear herramientas y repuestos desde nuestra propia casa.

Ahora que cerramos 2013 es momento de mirar atrás, darse la vuelta para ver qué nos han dejado estos últimos doce meses y analizarlos para tratar de hacer nuestros pronósticos para los doce siguientes. Sin duda, uno de los actores principales ha sido la impresión 3D. Gracias a la expiración de las patentes que impedían su implantación hemos podido ver muchos más avances para democratizar su uso (tanto en modelos disponibles como en precio). Muchos descubrimientos y nuevas posibilidades de uso que marcan el camino a seguir en 2014.

Por ejemplo, hemos visto la impresión de casas en 3D como solución a los problemas de habitabilidad, la llegada al mundo de la moda, o su futuro en el ámbito de la fotografía. Pero sobre todo, hemos visto las posibilidades que da para la creación doméstica de herramientas o repuestos. Tener una impresora 3D en casa, algo que a día de hoy puede parecer más un capricho geek que algo útil, puede acabar siendo la clave para poder tener en unas horas un repuesto para un electrodoméstico que hasta ahora nos suponía tener que pedírselo al fabricante y en el mejor de los casos esperar varios días, cuando no semanas, hasta que estuviera disponible.

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A ello pueden ayudar, pese a no tener la precisión y nivel de detalle de otras herramientas más caras, algunas impresoras 3D low-cost que ya están en el mercado o están a punto de llegar. Dan la posibilidad de tener una en casa sin tener que hacer un desembolso quizás excesivo para nuestras necesidades. Más opciones: acceder a impresoras 3D para comprar o vender accesorios a medida creados con ellos. ¿Estamos cerca de una nueva revolución industrial?

Más posible parece si tenemos en cuenta que la impresión 3D no está sola como exponente del DIY llevado a la tecnología. Recientemente vimos un sensor multitáctil recortable. Las clásicas manualidades ahora van más allá y permiten crear nuestros propios circuitos, sensores, conexiones… Unos buenos aliados con la etapa del Internet de las cosas. ¿O hay que recordar los enormes éxitos conseguidos por Arduino o Raspberry Pi? Se acabó el depender de grandes corporaciones y limitarnos a consumir. La creación empieza en nuestra propia casa.

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