La impresión 3D, considerada como la herramienta que posibilitará la próxima revolución industrial, parece tener infinitas aplicaciones. Ahora su uso podría extenderse también al mundo de la moda.
La impresión 3D ha pasado de ser una prometedora e innovadora tecnología a convertirse en una realidad en nuestro día a día, que está transformando en buena medida muchos sectores. Considerada por algunos autores como la revolución industrial 2.0, su impacto ha llegado a la investigación espacial, a la medicina o a la aeronáutica, por citar solo algunos de los campos donde podría ser aplicada.
Lo que no se esperaba de la impresión 3D es que llegara a otras áreas tal vez más convencionales. Sin embargo, sus rompedoras aplicaciones parecen no tener límites, y han llegado incluso a sectores tan «tradicionales» como el mundo de la moda. Aunque parece ciencia ficción, lo cierto es que los primeros vestidos realizados por impresión 3D ya han sido diseñados y fabricados.
El responsable de que esta innovadora tecnología haya llegado a las pasarelas no es otro que Francis Bitonti, un diseñador que cree que es posible que alta costura e impresión 3D inicien un fructífero camino de manera conjunta.
El primer vestido creado por impresión 3D fue fabricado tras 400 horas de trabajo de las conocidas impresoras MakerBot, mediante el uso de filamentos flexibles, una pieza innovadora que pronto estará disponible para todo aquel que pueda disfrutar de estas impresoras 3D.
El trabajo de Bitonti fue expuesto hace solo unos días en el evento Design Night, organizado en la Autodesk Gallery de San Francisco.
Como explicaron en GigaOm, el desfile causó sorpresas y sonrisas por su originalidad, y es que parece que la iniciativa del diseñador ha provocado el nacimiento de una moda de alta costura que se apoya en las nuevas tecnologías.
Los avances de la impresión 3D y sus utilidades en diversos sectores parecen no tener límites. ¿Llegará el día en que veremos de forma normal en las pasarelas vestidos realizados gracias a impresoras 3D?
E incluso, siendo un poco más ambiciosos, ¿podríamos imaginarnos imprimiendo nuestra propia ropa en casa, una vez que adquiriéramos el diseño de los vestidos a través de la red? Las posibilidades de la impresión 3D son enormes, tanto que no podemos limitar su uso y aplicaciones únicamente desde un punto de vista comercial. Porque la manufactura de productos textiles y ropa podría cambiar totalmente con la llegada de las impresoras 3D.
La iniciativa de Bitonti sin duda es un paso más para que esta innovadora tecnología se instale definitivamente en nuestras vidas. Un proyecto curioso con unos vestidos un tanto «raros», pero que abre el camino de la futura relación entre impresión 3D y el mundo de la moda.
Imágenes | inthesitymad (Flickr), GigaOm