Usan impresión 3D para crear un motor de cohete

La compañía Aerojet Rocketdyne ha logrado crear un motor de cohete completo usando impresión 3D, el cual es capaz de resistir pruebas a altas temperaturas.

La impresión 3D se está convirtiendo en una de las tecnologías más explotadas y aprovechadas de los últimos años. Desde que comenzara su producción masiva y, por supuesto, el hecho de que cualquiera actualmente puede comprar una por un precio relativamente módico (los modelos más comerciales cuestan unos 1.000 dólares), o incluso construirse una, nos ha quedado claro que la impresión 3D formará parte clave de muchísimos mercados donde se le quiera sacar provecho.

El desarrollo de nuevas tecnologías con fines de exploración espacial no es excepción.

La compañía estadounidense Aerojet Rocketdyne, expertos en el desarrollo y fabricación de cohetes, ha logrado crear un motor de cohete, completo, usando solamente impresión 3D, un hito que podría cambiar la manera en la que los astronautas son impulsados al espacio, reduciendo considerablemente el costo de cada lanzamiento, lo que es un beneficio para los programas espaciales.

cohete lanzamiento espacial

Hace un par de años el gobierno de los Estados Unidos canceló el programa de transbordadores espaciales de la NASA. Su costo era, sencillamente, muy alto. Pocos saben que cada lanzamiento de un transbordador de la NASA tenía un costo de 450 millones de dólares, y si hablamos de un programa espacial que tuvo más de 130 misiones de despegue durante más de tres décadas, la cifra es exorbitante.

Aerojet Rocketdyne quiere lograr que los viajes espaciales sean menos costosos, y para ello la impresión 3D es una tecnología vital. El prototipo de motor de cohete que han diseñado, tiene un costo de producción hasta un 65% inferior al del motor tradicional, y su potencial no deja nada que desear.

Impresión 3D sometida a más de 3000 grados centígrados

En el año 2013 la NASA anunció haber logrado fabricar algunas parte de motores para cohetes usando la impresión 3D, incluyendo notablemente el inyector, una de las piezas más importantes en cualquier tipo de motor. Por supuesto, no se trata de un proceso de impresión 3D tradicional, sino uno que utiliza un láser especial muy potente para fundir y mezclar polvos metálicos finos en estructuras tridimensionales.

La ventaja del motor de empuje de Aerojet, modelo «Baby Bantam», es que ha logrado reducir y facilitar el proceso de fabricación de un motor de su tipo, dado que normalmente consta de docenas de piezas, pero este prototipo sólo tiene tres partes distintas, por lo que se reduciría el tiempo de fabricación de uno de estos motores de más de un año a apenas dos meses.

El inyector del prototipo pudo soportar pruebas de calor que superaban los 3000 grados centígrados. Por supuesto, al ser una versión de menor escala que un motor tradicional de este tipo, su fuerza o empuje es inferior, pero la idea de esta investigación es lograr usar esta tecnología para hacer modelos reales y funcionales para impulsar al espacio los cohetes del futuro.

La impresión 3D estará muy presente en el futuro de la exploración espacial, de eso no hay duda. Por un lado tenemos proyectos como el de este motor, y por otro, lo útil que será contar con una impresora 3D en una estación o nave espacial. La idea de contar con una fábrica de partes y herramientas a bordo de una misión que dura meses es demasiado atractiva.

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