La naturaleza ha sido fuente de inspiración de artistas, poetas y escritores. La ciencia hace lo mismo y busca en la naturaleza la forma de avanzar y mejorar nuestro desarrollo tecnológico.
El campo de la robótica es un área de la ciencia en constante desarrollo. Los científicos aún no han conseguido crear robots con un nivel de total eficacia para la tarea para la que se han diseñado. Y por eso, desde hace unos años, los científicos analizan a la más sabia de las fuentes de conocimiento: la naturaleza. Una técnica que lleva años de evolución y con millones de horas de pruebas y ensayo para encontrar el mejor resultado.
Un grupo de investigadores de la Johns Hopkins, Chen Li, profesor asistente de Ingeniería Mecánica; y Sean Gart, compañero del doctorado, están realizando pruebas con cucarachas para analizar e imitar la forma en la que éstas salvan obstáculos.
Insectos como inspiración
Ya en 2015 en la Universidad de Berkeley en California, un grupo de investigadores creó un mini robot cucaracha basándose en este insecto. Si bien es por todos conocido que, en caso de catástrofe, nuestras amigas las cucarachas serían capaces de sobrevivir. En el estudio que ahora nos traen Chen Li y Sean Gart están más interesados en su forma de desplazarse.
El ser humano, aunque intelectualmente más evolucionado, tiene sus dificultades a la hora de enfrentarse a barreras físicas. Nos valemos de nuestro intelecto para encontrar formas de solventarlas. Sin embargo, en la naturaleza, los animales e insectos se valen de sus condiciones físicas. Los investigadores realizan pruebas con cucarachas y las observan subiendo paredes verticales o saltando un hueco.
Con ello quieren desarrollar robots que se puedan utilizar en exploración espacial o en labores de salvamento. Situaciones en los que se tendrían que valer por sí mismos y donde la intervención humana sería muy complicada. Algunas de estas mejoras inspiradas en las cucarachas ya se están poniendo en práctica.
El equipo de Li construyó un robot de múltiples patas para replicar los patrones de funcionamiento del insecto. Después de revisar cuidadosamente sus vídeos de fallos para descubrir los principios físicos subyacentes, los investigadores agregaron una «cola» para ayudar a los robots a replicar posiciones corporales que ayudaron a las cucarachas reales a superar los grandes baches y las brechas en la pista del laboratorio. Este simple cambio aumentó el tamaño del hueco más grande que el robot podría atravesar en un 50% y el tamaño de la pared más grande que podría atravesar en un 75%.
El siguiente paso será determinar si sus hallazgos también se aplican al movimiento a través de un terreno más aleatorio o disperso, como los escombros de un edificio demolido o la superficie de Marte.