Aprender chino

Cómo la inteligencia artificial puede ayudarnos a aprender chino

El sistema creado por IBM Research es una nueva fórmula para aprender chino, pues permite la inmersión cultural para poder practicar la conversación.

Lo mejor para aprender un idioma es ir allí adonde se habla. Sobre el aprendizaje de una nueva lengua puede haber opiniones muy diversas. Las metodologías varían, se crean unas nuevas, la tecnología apoya la enseñanza como un refuerzo. Pero dentro de este maremágnum de opciones hay una clara para todos: si alguien tiene la oportunidad de estar en un entorno nativo tiene que aprovecharla.

Desafortunadamente no es fácil encontrarse con un entorno de este tipo. Hay que viajar, en primer lugar, y vivir –al menos un tiempo– alejados del hogar, quizá del trabajo y del círculo social formado a lo largo de años. Y hay que tener tiempo para hacerlo. Además, no todos los idiomas tienen un destino fácil. Cualquier interesado en Europa tiene la oportunidad de realizar viajes a varios países donde se habla un buen número de idiomas. No todos los lugares del planeta tienen esta ubicación favorable. Pero si hablamos del chino mandarín, alcanzar un entorno es más complicado.

Ya sea en Europa o en América, para hacer una inmersión cultural con el fin de aprender chino hay que viajar a China o a Taiwán. Son muchos kilómetros de distancia, los costes del viaje son mayores. De otra forma no hay manera de propiciar esta inmersión cultural. Al menos hasta ahora.

Una colaboración entre IBM Research y el Rensselaer Polytechnic Institute ha dado como consecuencia la creación de un sistema basado en inteligencia artificial que permite adentrase en un entorno nativo. Los estudiantes podrán practicar la conversación con ayuda de un asistente virtual, que se basa en IBM Watson.

El sistema traslada a los estudiantes a diferentes ambientes propicios para aprender chino. Pueden viajar virtualmente a un restaurante de Shanghái, a un salón de té o a una clase de Tai Chi.

Inmersión cultural gracias a la IA

El objetivo del sistema creado por IBM Research es adentrar a los estudiantes en un entorno donde se sientan cómodos hablando el mandarín. Para ello se construye un escenario con una pantalla panorámica, en 360 grados, acompañada de sonido , múltiples cámaras y dispositivos Kinect, así como micrófonos.

Son las herramientas necesarias para recrear ese restaurante chino o el salón de té. Lo han llamado Cognitive Immersive Room (CIR) y se apoya en tecnologías com o la comprensión del lenguaje natural, la conversión de voz a texto y visión artificial, para hacer posible la inmersión y el diálogo.

Una de las ventajas de este sistema respecto a la práctica del idioma con nativos es que los estudiantes no se sienten juzgados. Pueden hablar con mejor o peor acento, pero si la pronunciación es correcta el asistente virtual los entenderá y ahí se acabará todo. No tendrán que ver como se arruga el ceño de su interlocutor nativo a medida que barbotean sus frases difusas.

Si la inteligencia artificial no les entiende lo único que sucederá es que se lo dirá. Y los estudiantes tendrán que repetir sus frases hasta lograr comunicarse. El asistente hablará de forma natural con los alumnos, de forma que estos se sientan cómodos practicando.

Imágenes: freddie marriage, Yu Kato

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