La evolución de la inteligencia artificial en los videojuegos

La inteligencia artificial (IA) y los videojuegos han estado unidos casi desde el principio. El primer registro que se tiene de un videojuego fue en 1950 con Bertie el Cerebro y consistía en una máquina de cuatro metros en la que podías jugar al tres en raya. 

Este superordenador fue presentado para la Exposición Nacional de Canadá y desmontado una vez terminó el evento. Para muchos, el hecho de que solo fuese expuesto durante varias semanas no le hace merecedor de ser el primer videojuego de la historia, algo que se le atribuye a Tennis for Two, realizado en 1958. 

Unos años antes, en Gran Bretaña, varios científicos desarrollaron un ordenador capaz de jugar a Nim, un juego matemático, en el que la máquina solía salir como vencedora. Estos primeros pasos de la IA en los videojuegos culminaron con Spacewar!, un juego del espacio desarrollado en la Universidad de Massachusetts y en el que el usario controla una nave espacial, mientras que la IA, mediante algoritmos, se encargaba de controlar otra nave y atacar al jugador. 

De esta forma comenzó una relación muy beneficiosa para los millones de jugadores que llegaron en los años posteriores. 

Avatar vestido de astronauta dentro de la vida real.

La importante relación entre la inteligencia artificial y los videojuegos 

Cuando se habla de inteligencia artificial suele salir en la conversación el nombre de una de las más famosas de la historia, Deep Blue. Sus duelos en los años 90 contra Gary Kaspárov, campeón mundial de ajedrez, generaron conversaciones en todo el mundo acerca del uso de estas tecnologías y su influencia en el futuro.  

Diez años antes de que la máquina superase al hombre, los fantasmas se habían adueñado del mundo. Y es que el Pac-Man (más conocido por aquí como el Comecocos), lanzado en los 70, fue y sigue siendo uno de los videojuegos más jugados de la historia y cuenta con la imprescindible ayuda de la IA. 

El juego es tan simple como atractivo. Un laberinto, cuatro fantasmas y un círculo con boca, controlado por el usuario, que tiene que ir recorriendo el laberinto mientras va comiendo los puntos que hay en el recorrido. El papel de la IA consiste en controlar a los fantasmas cuya misión es la de atraparte y cada uno tiene un comportamiento diferente. 

Mientras Blinky (fantasma rojo) es el encargado de perseguirte, Pinky (fantasma rosa) intenta predecir los movimientos. Los dos restantes, Clyde (naranja) e Inky (azul) acechan desde lejos. Diferentes comportamientos que son la clave del juego. 

Tampoco hay que pasar por alto a los pioneros en el uso de la IA como fue Atari con el clásico Pong u otros posteriores como Super Mario Bros que todavía perdura con la misma vigencia. Pero si hay que mencionar una época, son los años 90, y el cambio desde una IA con comportamientos lineales o muy simples a la generación de rivales con estrategias más complejas. 

Esto favoreció la aparición de grandes juegos de estrategia con NPCs (Non Playable Characters) con comportamientos variados. En esta época se recuerdan clásicos como StarCraft en el que el nivel de dificultad dependía de la IA o el laureado Half-Life, en el que el detalle y la interacción de los NPCs con el protagonista y entre ellos lo han convertido en un juego de culto. 

Entrando en el siglo XXI, la IA se ha convertido en un elemento más de los videojuegos y que continúa en evolución con la mirada puesta en mejorar la experiencia de juego. 

Mundo virtual con coches futuristas y naves.

La inteligencia artificial en los videojuegos hoy en día 

Como hemos comentado en el punto anterior, en un comienzo la IA se aplicó al comportamiento de los NPCs y a la generación automática de niveles y mundos. Hoy en día, esta práctica sigue siendo muy habitual en la mayoría de los juegos.  

Grandes clásicos como los Grand Theft Auto, FIFA o Assasins Creed, disponibles en el Xbox Game Pass, siguen aplicando esta tecnología para, por un lado, mejorar el comportamiento de los NPCs y, por otro, reducir costes y tiempos de trabajo. 

Pero la IA ha evolucionado en gran medida durante estos años y ha permitido generar NPCs ya no solo con comportamientos humanos sino también con sentimientos y emociones. También cuentan con la capacidad de interactuar de forma conjunta entre ellos y resolver conflictos dependiendo de su entorno, situación, momento… Al final, se quiere que los personajes que no sean controlables tengan un comportamiento humano. 

También se están empezando a desarrollar herramientas con la capacidad de generar juegos al momento. Con el análisis de datos, hay IAs capacitadas para generar un videojuego con temática y género, completamente disfrutable. 

Otra de las aplicaciones que se le está dando a la IA es la de remasterización de grandes clásicos. En una época en la que tanto en la industria del cine, como en la de los videojuegos, se están recuperando joyas del pasado, la IA ayuda a simplificar ese proceso. Gracias a las redes generativas antagónicas o Generativa Adversarial Networks (GAN) se están remasterizando los juegos clásicos y adaptándolos a las consolas de nueva generación, mejorando la experiencia. 

La industria del videojuego avanza a pasos agigantados y se espera que la inmersión y los juegos de realidad virtual sean los que más se demanden en el futuro. La IA junto con los dispositivos y consolas irán evolucionando hacia ese camino, buscando las mejores experiencias para los jugadores. 

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