La palabra "robot" fue acuñada por el escritor checo Karel Capek en 1921 y se asemejaba con androides pesados y metálicos. La historia del cine ha demostrado la evolución de la inteligencia artificial que ha dejado de ser ciencia-ficción para convertirse en algo muy real y verdaderamente asombroso.
La inteligencia artificial ha ocupado un lugar importante en el cine, llegando a convertirse en un subgénero propio de la ciencia ficción que se conoce bajo el término ‘ciberpunk’. Este género suele centrar su trama en el conflicto entre máquinas capaces de razonar y hackers en un futuro ficticio en el que la tecnología ocupa un papel principal.
Blade Runner, hito de la ciencia ficción
El culto a este género es ‘Blade Runner’, un clásico en el que se existe un conflicto entre los humanos artificiales, denominados ‘replicantes’ y los Blade Runner, policías encargados de exterminarlos a raíz de un motín. Sus logrados efectos especiales han hecho de ella una de las películas más influyentes que pone sobre la mesa las preocupaciones del siglo XXI.
Un robot obsesionado por ser humano en el Hombre bicentenario
La idea de que un robot pueda ser tan humano o más que el propio hombre se ve reflejada tanto en ‘Blade Runner’ como en ‘El hombre bicentenario’. Este film profundiza en la posibilidad de que esto ocurra y de que las máquinas con capacidad de razonar puedan, además, tener sentimientos. Y es el amor, junto con la humanidad, la esclavitud y el rechazo, los temas principales en los que se centran este tipo de películas. En el caso de ‘El hombre bicentenario’, centran la trama en la obsesión del hombre robot por convertirse en humano y en la capacidad para tener sentimientos.
Matrix y el mito de la caverna
Este tipo de películas invitan a la reflexión y están cargadas de lógica y filosofía. De todas ella, la conocida como la más filosófica es ‘Matrix’, un referente de la ciencia ficción en la que son los humanos los que se convierten en esclavos de las inteligencias artificiales creadas. Esta película está inspirada en el mito de la caverna de Platón en el que se plantea si el mundo que nos rodea es real o ficticio e ilustra la idea creada en la ciencia ficción de que en un futuro las máquinas podrían rebelarse contra los hombres. En el caso de que fuese cierto que la realidad que se muestra ante nuestros ojos es un mero sueño, ¿querríamos despertar o preferiríamos quedarnos en el lugar donde estamos acostumbrados a vivir aunque sepamos que es una mentira?
La rebelión de las máquinas en Yo, robot
Sobre la rebelión de las máquinas de inteligencia artificial trata también la película ‘Yo robot’, un film protagonizado por Will Smith en el que a pesar de existir en un principio una convivencia armónica con los robots, el asesinato de un brillante científico hará que un hombre de inteligencia artificial se vea implicado en el crimen. A raíz de esto, el detective Del Spooner (Will Smith) tendrá como principal objetivo evitar un complot donde los androides dominen la raza humana. Como la mayoría de los referentes de la ciencia ficción, este film está inspirado en el libro de Asimov, famoso por las tres leyes de la robótica que obliga a cumplir a la mayoría de los personajes de sus novelas. En ellas se establece que un robot no hará nunca daño a un ser humano, siempre obedecerá sus órdenes y, además, protegerá su propia existencia siempre y cuando no incumpla las dos anteriores leyes.
Un niño-robot con sentimientos en Inteligencia artificial
La principal diferencia entre las personas y los seres de inteligencia artificial es que éstos últimos no son creados para tener sentimientos. Sin embargo, en ‘Inteligencia Artificial’, de Spielberg, se traspasa ese límite con el diseño de un niño-robot en un futuro no muy lejano que siente amor incondicional por su madre adoptiva. Al igual que ocurre en ‘El hombre bicentenario’ el protagonista tiene obsesión por convertirse en una persona para ser aceptado. Sin embargo, llama la atención el hecho de que el robot llegue a comportarse de forma más leal y comprensiva que el propio ser humano.
Her, el amor entre un hombre y una máquina
Sobre las posibles relaciones del futuro trata ‘Her’. Una película estrenada en 2014 que relata el romance entre un hombre y un sistema operativo basado en el modelo de inteligencia artificial. Ganadora del Óscar por mejor guion original, esta historia muestra la ironía de que un hombre se comporte como una máquina y un sistema operativo lo haga como una mujer. Esto es así porque la vida del protagonista, Theodore, se centra en su trabajo y los videojuegos de forma mecánica, mientras Samantha, un nuevo modelo de inteligencia artificial, sabe escuchar y dar buenos consejos adoptando actitudes del ser humano. A pesar de pertenecer a mundos diferentes, estos dos seres consiguen enamorarse sin dejarse llevar por la invasión ultratecnológica que no deja lugar a las relaciones personales.
Todas estas películas tienen en común el hecho de que no se explica cuál es el proceso de creación de los seres de inteligencia artificial, sino que simplemente aparecen. De todas ellas, destaca ‘Blade Runner’ como el hito que se adelantó a las capacidades de la inteligencia artificial, sin embargo, cabe mencionar la que es considerada como la primera o una de las primeras películas que trató el tema de los cuerpos dotados con inteligencia artificial. Se trata de ‘Metrópolis’, un film en blanco y negro que se estrenó en 1922 y supuso una revolución de los efectos especiales. Desde entonces, una retahíla de películas se han producido dando lugar a un subgénero propio de la ciencia ficción.
El futuro del que hablaban es ahora un presente en el que la tecnología avanza a pasos agigantados y en el que surgen cuestiones como si es posible que estemos cerca de esa convivencia entre humanos y robots. Y si así fuera, ¿conseguiríamos hacerlo en armonía o estallaría el conflicto? ¿Son entonces una mejora para la humanidad o suponen una amenaza? Lo cierto es que aún sigue siendo una incógnita cómo será la vida de las personas una vez entren en ella. Existen dos posibilidades, o bien llevar a los humanos a lo más alto o provocar su autodestrucción. Es fácil caer en el alarmismo, aunque lo cierto es que sería conveniente optar por ser positivos y pensar que la tecnología es creada para mejorar la vida de las personas.
Imágenes vía | Flickr (Toni Werman), Wikipedia y Wikimedia Commons