AIBC

Japón creará la supercomputadora más rápida del mundo

La máquina AIBC tendrá un enfoque centrado en la inteligencia artificial, una disciplina que se encuentra en pleno crecimiento.

La próxima supercomputadora más rápida del mundo estará en Japón. Así ha trascendido por parte del país, que invertirá el equivalente a 162 millones de euros para fabricar la máquina. Sus especificaciones técnicas la situarán por encima del coloso chino Sunway TaihuLight, que en estos momentos es el superordenador más potente que existe. El proyecto va a tener una particularidad, y es que los recursos estarán orientados a realizar trabajos de inteligencia artificial.

Esto significa que la nueva supercomputadora estará centrada en esta tecnología, cuyo uso viene expandiéndose en los últimos años. Son muchos los campos donde la inteligencia artificial se está usando para agilizar procesos y establecer mecanismos de automatización que antes no eran posible.

La que está destinada a ser la supercomputadora más rápida del mundo se llamará AI Bridging Cloud (AIBC) y se utilizará en investigación, para hacer análisis de datos masivos. Entre las primeras aplicaciones que se han contemplado para este gigante de la computación estará la investigación médica, un campo donde se está ya usando la potencia computacional para personalizar tratamientos e incluso hacer diagnósticos precisos.

Otros ámbitos, como la robótica, también contarán con los recursos de AIBC. Una ayuda particularmente útil teniendo en cuenta que en los próximos años se avecinan varios retos relacionados con este campo, como los coches autónomos y la automatización que permitirán robots domésticos e industriales.

AIBC

AIBC funcionará a una velocidad de 130 petaflops, algo más que la capacidad de procesamiento máxima teórica de Sunway TaihuLight, 125 petaflops (aunque su velocidad habitual suele ser de 93 petaflops).

El Instituto Nacional de Ciencias Industriales y Tecnología Avanzadas será la autoridad japonesa que supervise el funcionamiento de AIBC. La supercomputadora forma parte de un programa del gobierno nipón más amplio, que aspira a colocar de nuevo al país en la cumbre de ciencia y la tecnología.

La idea es que las empresas japonesas puedan recurrir a AIBC para sus esfuerzos de investigación. De esta forma contarán con una herramienta de gran valor y así el gobierno nipón espera que las compañías nacionales dejen de usar los servicios en la nube de las estadounidenses, léase Amazon, Google o Microsoft. A las capacidades de la supercomputadora hay que sumarle su especialización en inteligencia artificial, un sesgo que hasta hoy en día no lo tienen muchas de las máquinas más potentes que existen.

Imágenes: SnippyHolloW y jurvetson

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