En un mundo donde lo digital ocupa gran parte de nuestras vidas y facilita la comunicación global, los juegos de mesa se presentan como una alternativa complementaria para fortalecer las conexiones personales. Sentarse alrededor de un tablero, compartir estrategias, risas e incluso rivalidades sanas, es una experiencia que trasciende generaciones y culturas. Estos momentos no solo nos entretienen, sino que también fortalecen vínculos y fomentan habilidades esenciales. Y los juegos de mesa son, precisamente, los nuevos protagonistas de Mejor Conectados de la mano de los creadores del canal de Twitch, Análsis-Parálisis.
A diferencia de los clásicos juegos como el Monopoly o el parchís, los juegos de mesa modernos han evolucionado hasta convertirse en verdaderas obras de arte. Sergio Vaquero, fundador del canal Análisis-Parálisis, destaca cómo las reglas y los diseños actuales son mucho más refinados: «Son juegos mejores en todos los aspectos», afirma. Nancy Yao, cofundadora de la editorial Primigenio, también subraya la dedicación que existe tras cada producto: «Hoy en día, se trabaja mucho en crear juegos atractivos, con componentes innovadores y un packaging cuidado». Este nivel de desarrollo refleja el crecimiento continuo de la industria, que, en países como España, ve cómo el catálogo de nuevos juegos se multiplica mes a mes.
Tableros llenos de conexiones
Más allá de los componentes físicos y las reglas, los juegos de mesa destacan por la conexión que generan entre las personas. En palabras de Vaquero, «sentarnos cara a cara, desconectar momentáneamente de las pantallas y pasar tiempo con nuestros seres queridos es algo invaluable». Este hobby promueve la comunicación y la cooperación, recordándonos la importancia de compartir momentos en un espacio físico.
En el ámbito infantil, los beneficios son aún más evidentes. María Rodrigo, psicóloga y ajedrecista, destaca en Mejor Conectados que los juegos de mesa ayudan a desarrollar habilidades cognitivas como la atención, la memoria y la planificación. También fortalecen la inteligencia emocional, enseñando valores como la tolerancia a la frustración y la empatía. Para María, estos aprendizajes son fundamentales en una sociedad donde muchas veces se les da todo resuelto a los niños, alejándolos de los desafíos reales.
Los adultos también encuentran en los juegos de mesa una vía para reconectar y desarrollar habilidades. Nancy Yao resalta su impacto en las relaciones sociales, mientras que Vaquero comparte cómo los juegos le ayudaron a superar episodios de ansiedad. «Al sentarme a jugar, me concentré en la estrategia, interactué con los demás, y por un momento, la ansiedad desapareció», confiesa. Incluso María destaca el papel del ajedrez como una herramienta para manejar la hiperactividad y practicar la empatía, ya que obliga a anticipar los movimientos del oponente.
Los juegos de mesa nos recuerdan que las conexiones humanas son esenciales. Cada partida es una oportunidad para mirar a los ojos, reírnos, aprender y crear recuerdos que perdurarán. En un tablero, no solo competimos o cooperamos; también nos reconocemos en los demás. En un mundo acelerado, estas pausas son más valiosas que nunca. Así que, ¿jugamos?