Los Kamigami están inspirados en la técnica del origami para crear pequeños robots que sirven como juguetes asequibles para introducir a los niños en la robótica.
El arte japonés que emplea el plegado de papel para construir figuras inimaginables se ha convertido en los últimos años en una afición cada vez más extendida. Esto ha hecho que llegue a muchos ámbitos donde hasta hace unos años no se sabía nada de ella. Y se conocen también sus virtudes. Los creadores de Kamigami las han aprovechado para diseñar unos robots de pequeño tamaño destinados a formar parte de la nueva generación de juguetes robóticos que algunos anticipan.
Los Kamigami están diseñados como un juguete más, pero con ciertas particularidades. En primer lugar el niño tiene que construir su propio Kamigami. Esto no es ninguna novedad, pues muchos juegos vienen desmontados para estimular a los más pequeños, que desarrollan sus capacidades al verse obligados a poner en orden las piezas.
En el caso de estos juguetes basados en origami hay partes de plástico, partes mecánicas y una placa electrónica, con lo que en definitiva lo que el niño está construyendo es un robot en toda regla. Los tornillos y las piezas tienen que encajar, mientras los niños toman contacto con algunos componentes electrónicos, como los sensores de luz infrarroja, el giroscopio y el acelerómetro.
La siguiente fase es ponerlo en marcha. Para esto es necesario programar. Se puede hacer con una aplicación móvil que emplea un sistema sencillo de drag-and-drop, con lo que dar instrucciones al Kamigami se convierte en otro juego más. Al mismo tiempo los niños se familiarizan con los rudimentos de la programación.
Se les pueden dar a estos robots instrucciones para crear una secuencia de movimientos o para que se comporten de una determinada forma cuando vayan a interaccionar con otro de su clase. Una conectividad bluetooth les permite recibir las órdenes de un smartphone o tableta (hay aplicación para iOS y Android), desde los que pueden controlarse dinámicamente.
Los creadores de Kamigami querían ofrecer una opción accesible y asequible a partes iguales, que fuera atractiva para los más pequeños y además les aportara un aprendizaje valioso. Todo ello sin que el precio fuera prohibitivo. Está previsto que cada uno de estos juguetes se venda por 69 dólares. Aunque por ahora los responsables se han embarcado en una campaña de crowdfunding en Kickstarter para dar salida comercial a la iniciativa, lo que significa que quienes apoyen la campaña tendrán descuento al comprar uno de estos robots.
La idea partió de un equipo de ingenieros de la Universidad de Berkeley, que crearon una firma especializada en robótica, Dash Robotics. Aseguran que el diseño de los Kamigami respeta las pautas observadas en la naturaleza. Por ejemplo, el movimiento circular de los motores se convierte en elíptico en las patas de los robots para incrementar la armonía.
Imagen: Mammaoca2008