La cautivadora melodía de la Física: así suenan las partículas chocando en el CERN

Será complicado que la Orquesta Filarmónica de Viena incorpore este nuevo y sofisticado instrumento a su repertorio en el clásico concierto de Año Nuevo. Tampoco acompañará a ninguna banda de rock en su próxima gira. Resultaría demasiado engorroso sacar del CERN las 7.000 toneladas que pesa ATLAS, desenterrarlo de los 100 metros de profundidad a los que se encuentra con sus 46 metros de largo y 25 de diámetro. Aún así, dos científicos han logrado convertir en música los complejos procesos físicos que allí se producen.

Todo gracias al proyecto Quantizer, una iniciativa que han llevado a cabo Juliana Cherston, estudiante de un máster en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), y Ewan Hill, también estudiante pero en este caso de un doctorado en la Universidad de Victoria, para intentar traspasar las fronteras de la física y acercarse ámbito artístico. Con este propósito, han creado un sistema capaz de aplicar un filtro a los datos que proporciona ATLAS, uno de los cuatro detectores de particulas del Gran Colisionador del CERN, y a partir de ellos componer diversas melodías.

“Estudié Física y pasé un par de veranos trabajando en el CERN, en el experimento ATLAS”, cuenta Juliana. “Estaba realmente inspirada por el lugar, así que cuando empecé a estudiar el máster ya sabía en que quería trabajar: quería utilizar los datos de la física de alta energía de formas más artísticas y creativas”. Y vaya si lo ha logrado.


Músicahttps://vimeo.com/123472948


ATLAS, junto con Alice, CMS y LHCb, son algunos de los experimentos que se desarrollan en el Gran Colisionador de Hadrones del CERN, en la ciudad suiza de Ginebra. Su cometido es ayudarnos a entender la formación del universo, recopilando y midiendo la información que se genera al hacer colisionar ciertas partículas a altas velocidades en los más de 27 kilómetros de recorrido del LHC.

De lo que se encarga Quantizer, fundamentalmente, es de convertir los datos en notas musicales. A partir de la información que facilita en directo la página web de ATLAS, el sistema desarrollado por Cherston y Hill es capaz de recopilar los datos, “los agrupa geométricamente, los escala y los mueve”, y así los adapta a la gama de frecuencias que el oído humano es capaz de reconocer. Una vez completado este proceso, lo que hace es asignar a cada dato una nota musical.


Músicahttps://soundcloud.com/sonification-quantizer/sets/musicbyfriendsusingquantizer


En el interior de ATLAS, tal y como explican, se producen cada segundo mil millones de colisiones de partículas. De esos choques surgen nuevas, que salen despedidas en todas direcciones. Gracias a los modernos sistemas dispuestos alrededor de cada punto en que pueden producirse dichas colisiones, es posible conocer individualmente la dirección, el impulso y la energía de cada una de las partículas involucradas. A partir de esta información, Juliana Cherston y Ewan Hill decidieron crear una peculiar banda sonora.

ATLAS

Fuente – Wikipedia

Quienes ya han logrado educar sus oídos aseguran que, realmente, los procesos físicos acaban traduciéndose en música. En cada melodía, las notas más bajas que escuchamos se corresponden con aquellas partículas de menor energía. Por su parte, cuando oímos una nota más alta es porque los datos facilitados por ATLAS han detectado una partícula con mayor energía. “Las notas más bajas se escuchan con mayor frecuencia que las notas más altas, ya que las partículas menos energéticas son más comunes que aquellas otras de alta energía”, explica Hill.


Músicahttps://soundcloud.com/sonification-quantizer/smile-because-today-will-be-an-amazing-day


Además, Quantizer permite escuchar la melodía resultante de los datos facilitados por el detector de partículas aplicando tres estilos musicales diferentes: Cosmic, House y Suitar Samba. En cada uno de ellos, pese a contar con el mismo material, surge una musicalidad distinta a partir de lo que ocurre en el interior de ATLAS. Basta con imaginar la forma en que surge esa melodía para quedar fascinados con esas, por otra parte, monótonas canciones.


Músicahttps://soundcloud.com/sonification-quantizer/alblatter-is-awesome-and-so-are-the-ottawa-senators


Podemos asistir a uno de sus conciertos en directo a cualquier hora del día, aunque el estreno de Quantizer tuvo lugar en el Montreux Jazz Festival del verano de 2015. Algunos días antes de esa primera actuación, veinte compositores participaron en un taller para trabajar con el software y tratar de explorar todas las posibilidades que ofrece. “La parte más difícil y a la vez más intrigante del proyecto ha sido encontrar la manera de controlar la tensión entre la aleatoriedad de los datos y la estructura de la música”, confesaba Juliana Cherston. De ahí que haya sido necesario trabajar con músicos experimentados en las primeras fases de la iniciativa.

Ahora sus creadores han publicado una web en la que podemos escuchar algunas de las pistas que ya han creado o, por el contrario, conectarnos en directo para ver cómo suena el resultado de las millones y millones de colisiones que tienen lugar en el interior de ATLAS. En caso de que el colisionador de partículas no esté funcionando, podremos escuchar algunas grabaciones realizadas en algún otro momento.

Tal y como explicaba Joseph Paradiso, profesor del MIT e investigador del CERN, “los datos de ATLAS son ahora un nuevo lienzo en el que los artistas pueden trabajar”. Un nuevo aspecto, quizá algo alejado de la física, pero que sin duda puede servir de gran ayuda a los investigadores. “Esta es otra manera de conectar a la gente con la física”.

Quién sabe si algún día lograrán lanzar un disco solo con canciones compuestas por Quantizer. Imagina por un momento que alcanza el número uno en las listas de ventas y se animan a organizar una gira por todo el mundo. Puede que Juliana Cherston y Ewan Hill no hayan caído en lo engorroso que será llevar de un lado para otro las 7000 toneladas de ATLAS. Pero merecería la pena. Seguro.

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