En Finlandia, a partir de este verano, se dejará de enseñar cursiva en los colegios
“Me llamo Laura y tengo cinco años. Estoy aprendiendo a escribir, según me han dicho tengo que coger el lápiz muy fuerte y poner los deditos bien colocados. Pero cuando me pongo a hacer los deberes, lo dejo de coger bien. Ayer me compraron una gomita de color naranja para que la pusiera en el lápiz, para que lo coja bien. Escribo fatal con ella, por eso cuando no me ve mi madre me la quito. Es que a mí no me gusta escribir con el lápiz, a mí me gusta la tablet y el móvil de mi madre. Escribo mucho más deprisa y no tengo que coger ninguna gomita”.
Hoy en día los padres pueden ya decidir si su hijo va a estudiar en un colegio con un programa educativo digital, en el que son muy pocos alumnos los matriculados actualmente: aproximadamente, unos 28 ó 30 por clase; o en un colegio donde enseñan la escritura a mano y en el que las aulas están mucho más masificadas. Estos niños aprenden de la forma tradicional, primero comienzan a escribir las vocales, después pasan a aprender las consonantes y, por último, comienzan a juntar esas letras para conseguir leerlas.
La letra cursiva da paso al teclado digital
Con la llegada de la digitalización al mundo educativo, este método de aprendizaje en muchos países está cambiando, un ejemplo de ello es Finlandia. A partir de agosto de este mismo año, la escritura de tipo cursiva será optativa. Lo que será obligatorio será aprender el manual de tipo de imprenta, formado por las letras que aparecen en los teclados. Y aprender a escribir en un dispositivo electrónico pasará a ser una asignatura obligatoria que los chicos deberán cursar a lo largo de primaria. Este cambio en la forma de educar a los alumnos está siendo muy bien acogido por los expertos, pues ven totalmente obsoleto aprender a escribir en cursiva. Es mejor ganar ese tiempo aprendiendo a escribir en un teclado digital, aunque sí consideran que los niños deben saber escribir de forma manual por ser importante para su aprendizaje. Un dato curioso: no usamos los mismos músculos en ambas técnicas: la escritura a mano está controlada principalmente por los músculos de la muñeca, y los dedos tienen que controlar la fuerza para poder sujetar el bolígrafo. En cambio, cuando tecleamos, la única fuerza que debemos aplicar está en el dedo.
No solo los expertos avalan esta nueva fórmula de aprendizaje, es que los datos demuestran su estandarización en todos los niveles. El año pasado se vendieron más de 1.900 millones de smartphones, tabletas y ordenadores portátiles en el mundo, según informa IDC.
La mano sigue ganando la carrera
En este escenario, la gran pregunta que muchos expertos comienzan a hacerse es si en una sociedad digital se nos va a olvidar cómo se escribe con un bolígrafo y un papel. A la conclusión a la que se llega es que todo dependerá de lo que queramos mantener; de si lo seguimos practicando y, sobre todo, de si lo seguimos enseñando a las futuras generaciones en los colegios.
Y es que llevamos escribiendo desde hace más de 6.000 años, cuando en Mesopotamia se desarrolló el sistema de escritura, y no hemos parado de crear alfabetos y soportes: piedras, barro, hojas, láminas, tablillas de madera, pieles, papiros, pergaminos, lienzos y el papel.
¿Acabará el teclado con esta evolución?
La máquina de escribir se inventó en 1870 por Christopher Soler, es decir que solo llevamos 140 años usando este modelo, y según los expertos, aunque la evolución de las tecnologías vaya a la velocidad de la luz, nuestro cerebro no va ser capaz de cambiar de una forma tan drástica en un periodo tan corto de tiempo. Además, escribir a mano sigue siendo más rápido que hacerlo con un teclado.
Los beneficios de la era digital son innumerables e innegables, pero olvidar la escritura a mano perjudicaría el aprendizaje infantil. Una situación que solo se daría si en los colegios desaparecieran los lápices, rotuladores, tizas o ceras, y esto, al menos a corto plazo, no parece que vaya a suceder. La escritura tradicional no excluye a la digital y viceversa, por ahora.