Investigadores europeos desarrollan una nueva técnica de producción de vasos sanguíneos artificiales a partir de biomateriales, combinando los métodos de impresión de la estereolitografía y la inyección de tinta
Las técnicas actuales de producción de tejidos y órganos artificiales se ha limitado únicamente al cultivo de las capas superiores de la piel integrada por la dermis y la epidermis, dada las dificultades técnicas que supone reproducir el tejido subcutáneo y, en particular, los vasos sanguíneos que lo irrigan. Sin embargo, un reciente estudio a nivel europeo asegura haber desarrollado una técnica revolucionaria para la producción de vasos sanguíneos artificiales, a partir un nuevo material de cultivo biocompatible con el cuerpo humano y una técnica de fabricación basada en la tecnología de impresión 3D actual.
Hasta la fecha, el espesor máximo alcanzado por los métodos convencionales de cultivo de las capas superiores de la piel llegaba hasta los 200 micrómetros, pero quedaba aún por resolver como resolver la red ramificada de vasos sanguíneos para dar vida ese tejido artificial. Sin embargo, un equipo multidisciplinar de investigadores del Instituto Fraunhofer de Tecnología Láser ITL ha desarrollado un proceso de impresión 3D que permite reproducir las diminutas ramificaciones de los vasos sanguíneos a partir de un nuevo material estable y compatible con el cuerpo humano.
A través del proyecto de investigación europeo ArtiVasc 3D, los científicos han conseguido reproducir por primera vez ramificaciones de vasos sanguíneos porosos de hasta 20 micras de espesor, utilizando un polímero sintético biocompatible a base de acrilato. Todo un logro teniendo en cuenta las dificultades operativas para encontrar un material biocompatible con las propiedades mecánicas necesarias para la producción de vasos sanguíneos artificiales. Con la dificultad añadida de conseguir incentivar que las células endoteliales y las células contráctiles o pericitos del cuerpo humano, colonicen los vasos sanguíneos artificiales tras su implante en un cuerpo humano.
Para la obtención de los tejidos, los científicos de Fraunhofer combinan técnicas de impresión actuales como la estereolitografía y la inyección de tinta para lograr una buena resolución de las diminutas ramificaciones de los vasos sanguíneos. A partir de simulaciones matemáticas los científicos consiguieron adaptar la nueva impresora 3D al uso del polímero sintético con el objetivo de optimizar la morfología de las estructuras ramificadas y el diámetro del poro del vaso sanguíneo para garantizar un suministro de sangre uniforme.
Los resultados de ArtiVasc 3D también está dando buenos resultados en la producción de piel artificial con gran variedad de aplicaciones médicas como la reproducción de tejido adiposo, generado a partir de la combinación de tejido graso con una muestra de piel existente hasta conseguir piel artificial con espesores de hasta 12 milímetros.
Pero esta conquista de la tercera dimensión no solo se limita a la producción de vasos sanguíneos y piel artificial. Según los científicos de Fraunhofer, el desarrollo de esta técnica podría permitir a los ingenieros médicos producir estructuras mucho más grandes, e incluso, dar pie a la producción in vitro de órganos vitales completos que sentar las bases de las futuras aplicaciones de la medicina regenerativa.
Imágenes | vía ArtiVasc 3D