Nuevas metodologías como el Game-Based Learning, que fomenta la formación mediante videojuegos, se abren paso para garantizar el aprendizaje efectivo de los cursos online.
Hace algunos años hubiese sido impensable la utilización de videojuegos en las aulas con fines educativos, es decir, enseñar a nuestros escolares mediante dinámicas basadas en juegos didácticos que, además de aportar conocimiento, “enganchan” al alumno para estimular el autoaprendizaje y el interés por seguir aprendiendo o profundizando en ciertos temas. Esta tendencia, en la que introducimos dinámicas basadas en juegos, en flujos y en procesos de trabajo es lo que se conoce como gamificación.
Aprender jugando
Es la introducción de dinámicas y pautas de juegos en proceso, con la idea de hacer que sean mucho más atractivos y así estimular a los usuarios o al público objetivo para que interactúe o participe. La gamificación no es algo vinculado, en sentido estricto, a los videojuegos o al ocio, sino que es algo que ya se está utilizando en el ámbito educativo o, por ejemplo, en campañas de marketing.
Lo que ahora está empezando a generalizarse es la aplicación de conceptos y bases de los juegos para su aplicación en entornos no lúdicos capaces de atraer la atención de los interesados y motivarles a completar las tareas de manera óptima. Es decir, la gamificación trata de aplicar las técnicas del juego y del diseño del juego al servicio del aprendizaje.
En este sentido, aprender jugando está cobrando protagonismo en los últimos tiempos. Algo tan sencillo como esto es el futuro de la formación corporativa. Aquello que hacemos desde niños, con nuestros juguetes didácticos, es ahora aplicable al ámbito laboral con metodologías como la de Gamelearn.
Las fortalezas de Gamelearn
Gamelearn es la plataforma de formación game-based learning más premiada del mundo. De hecho, es la empresa líder mundial en la formación de habilidades a través de videojuegos y pionera en el desarrollo de este tipo de productos. Su metodología ha revolucionado la formación corporativa al integrar elementos de gamificación, avanzados simuladores y contenidos teóricos de máxima calidad en un único formato: un videojuego.
Desde su creación, 9 de cada 10 alumnos que han probado los videojuegos de Gamelearn los han finalizado. Las principales fortalezas que aporta el videojuego tiene que ver con su alto nivel de atracción, elevando la motivación del alumno gracias a la gamificación, y su capacidad para incrementar la retención de los conceptos aprendidos.
Nos encontramos ante una realidad en la que las nuevas tecnologías lo inundan todo y en la que el 58% de la población afirma jugar a videojuegos. Por ello, la formación game-based learning se transforma en el modelo de enseñanza con el mejor índice de crecimiento en los próximos 5 años, según datos del informe Global Market for Game-based Learning 2016-2021 de Ambient Insight.
En suma, mediante un proceso atractivo y entretenido, este tipo de videojuegos permite el desarrollo profesional de los trabajadores solucionando el principal problema del e-learning tradicional: las altas tasas de abandono.