VIH

La inmunoterapia podría frenar el ataque del VIH

Cada 1 de diciembre, un enorme lazo rojo envuelve las esperanzas de miles de pacientes infectados por el VIH, un virus que se expandió en la década de los ochenta por todo el mundo. Su ataque, tan mortífero como inesperado, se cobró la vida de millones de personas afectadas por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA).

La aparición de este virus desconcertó a la comunidad científica y médica. Nadie entendía cómo era capaz de expandirse tan rápido y de forma tan mortal. En sólo décadas, el VIH se propagó exponencialmente, afectando a más de 30 millones de personas.

Sin cura contra el SIDA, veinte años después

A pesar de que no todavía no existen tratamientos que curen el SIDA, la investigación ha logrado importantes avances para frenar el desarrollo de la infección. Gracias a terapias como los inhibidores de la transcriptasa reversa o de la proteasa, las personas infectadas por el VIH pueden vivir durante más tiempo y con mayor calidad de vida.

¿Cómo podríamos frenar su feroz ataque? Gran parte del éxito en la estrategia infecta del VIH se debe a la ofensiva que organiza contra el sistema inmune de los pacientes. Por este motivo, científicos de la Rockefeller University se han planteado combatir al virus con sus mismas armas: aprovechándose de las células y herramientas defensivas de nuestro organismo.

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Esta alternativa se conoce como inmunoterapia, y ya ha demostrado su potencial terapéutico en la lucha contra el cáncer. Descubierta a finales del siglo XIX, la inmunoterapia despierta un gran interés en los investigadores al ser capaz de tratar de forma eficaz y personalizada estas enfermedades.

La idea en la que se basa la inmunoterapia es sencilla: utilizar anticuerpos monoclonales que puedan ‘pegarse’ a las células, bacterias o virus que el cuerpo deba eliminar. De este modo los anticuerpos sirven de señales para que el organismo, y las defensas en particular, sepan a qué atacar.

En el estudio publicado en Nature, los investigadores analizaron los efectos de un tratamiento basado en la inmunoterapia en 29 voluntarios -17 de ellos afectados por el VIH-. Aunque sus resultados son preliminares, dado que el número de personas del ensayo es muy limitado, fueron capaces de demostrar la seguridad de la terapia y su potencial para reducir la carga viral del VIH en sangre.

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Es decir, los científicos vieron que al utilizar estas ‘señales’ como guía para el sistema inmune de los pacientes, las defensas eran capaces de eliminar buena parte de los virus que circulaban en la sangre de los pacientes. Como si guiar al organismo -a través de la inmunoterapia-, facilitara la eliminación del virus. En otras palabras: es más sencillo ‘borrar’ al VIH del organismo si nos muestran dónde está.

Las conclusiones del estudio son todavía muy preliminares, pero de nuevo, vuelven a demostrar el gran potencial que presenta la inmunoterapia en la medicina del futuro.

Imágenes | CDC (Wikimedia), Pixabay, NIH (Wikimedia)

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