El crecimiento de la inteligencia artificial empieza a amenazar la subsistencia de algunos empleos. Recientemente, una compañía de seguros japonesa ha decidido reemplazar a 34 trabajadores por un sistema de IBM. Los pronósticos indican que para 2025 un ordenador ya tendrá la capacidad de cálculo de un cerebro humano.
Podríamos pensar que de la inteligencia artificial que conocemos de obras literarias como “Yo, Robot” de Isaac Asimov, e infinidad de películas que incluyen desde “2001: Una odisea en el espacio” hasta la reciente “Her”, es una materia exclusiva de la ciencia ficción. Sin embargo, esta cuestión tiene cada vez más presencia en el mundo actual a modo de coches autónomos, robots de fábricas y asistentes personales. Debido al constante desarrollo de la tecnología, estos sistemas van sumando competencias de manera progresiva y empiezan a amenazar la subsistencia de algunos empleos.
Ahora, una compañía de seguros japonesa, Fukoku Mutual Life Insurance, ha decidido reemplazar a 34 trabajadores de reclamos de seguros humanos por la tecnología «IBM Watson Explorer«. De acuerdo con el comunicado de la compañía, esta herramienta analizará los registros hospitalarios, las lesiones por factorización, las historias médicas del paciente, los procedimientos administrados y otros documentos para determinar los pagos del seguro. La automatización de estas tareas de investigación y recopilación de datos ayudará al resto de la plantilla a dinamizar su trabajo.
Para ello, Fukoku Mutual invertirá 1,7 millones de dólares en la instalación del sistema y pagará 128.000 dólares de mantenimiento anuales. La compañía estima que sustituyendo a los empleados por el software de IBM ahorrará 1,1 millones de dólares al año, lo que significa recuperar la inversión en menos de dos años. Asimismo, se espera que esta red de inteligencia artificial mejore la productividad de la empresa en un 30%. La decisión de la firma japonesa llega tras haber establecido anteriormente una tecnología de IBM similar que analiza las quejas de los clientes. En este caso, el sistema convierte en texto las palabras de los consumidores y determina si se tratan de términos positivos o negativos. Igualmente, otras tres compañías niponas del sector están probando e implementando estas tecnologías para automatizar laborales como la búsqueda de planes seguro ideales para la gente.
El impacto de la IA en los empleos
Este tipo de aplicaciones ya están siendo utilizadas por diferentes empresas de atención al cliente en Estados Unidos y permiten además descifrar los momentos en los que los usuarios se sienten frustrados con dichos sistemas. Se trata de ejemplos que muestran como la evolución tecnológica va en camino de superar a las profesiones basadas en el conocimiento como los seguros y los servicios financieros.
Sin embargo, según el Harward Business Review, esta circunstancia no significa que la inteligencia artificial vaya a aumentar la productividad de los trabajadores ni que los vaya a reemplazar por completo. «Casi todos los trabajos tienen elementos mayores que, en el futuro previsible, los ordenadores no serán capaces de dominar«, escribe HBR. «No obstante, tenemos que admitir que algunos trabajos de conocimiento simplemente sucumbirán al ascenso de los robots».
Principios de la inteligencia artificial
El debate que surge a raíz de estos pronósticos plantea si llegará el día en el que la tecnología supere al ser humano. La Ley de Moore de 1965 explica que aproximadamente cada dos años se duplica el número de transistores en un microprocesador, lo que significa el crecimiento exponencial de la capacidad de computación. Este principio lleva más de 50 años vigente y explica la constante evolución tecnológica de la que somos testigos, aunque Gordon E. Moore, creador de dicho principio, cree que este desarrollo empezará a frenarse entre 2017 y 2022. Por su parte, la Ley de los Rendimientos Acelerados es una generalización de la teoría de Moore aplicada a todas las tecnologías. Según sus principios, siempre que una tecnología se tope con una barrera, llegará otra creación que permita superar el obstáculo.
Cuando la Singularidad nos alcance
Ray Kurzweil, ingeniero de Google y autoridad en la Ley de los Rendimientos, sostiene que la aceleración de las tecnologías implicará que la inteligencia artificial termine por superar a la humana, de modo que en 2025 un ordenador ya tenga la capacidad de cálculo de un cerebro y hacia el 2045 entremos en la denominada era de la Singularidad Tecnológica. En términos de mecánica, la singularidad es la configuración de una máquina a partir de la cual su conducta es impredecible. La teoría sostiene que cuando llegue el momento en el que los robots sean más inteligentes que los humanos, estos serán capaces de desarrollar tecnologías aún más avanzadas, lo que dará lugar a una explosión de inteligencia fuera del control y capacidad humana.
Ante esta circunstancia, instituciones como la Universidad de la Singularidad, patrocinada por Google y la Nasa y que se encuentra en Silicon Valley, se prepara para la era hipertecnológica. Kurzweil dirige este organismo cuya labor consiste en formar a líderes para que apliquen las tecnologías exponenciales en beneficio de la humanidad desde el ámbito económico y empresarial. De momento la institución cuenta con alrededor de 50 subsedes en el mundo dedicadas a extender estas ideas.
El presente sugiere que los pronósticos sobre el futuro de la inteligencia artificial no andan muy descaminados. Su presencia en la vida cotidiana es cada vez mayor y a su vez, el crecimiento de estas tecnologías se asemeja exponencial. Todavía estamos muy lejos de vernos acorralados en una sociedad controlada por las máquinas, pero según parece, podría llegar el día en el que la ciencia ficción se convirtiera en realidad.