Los avances tecnológicos permiten una mayor precisión y predicción de los desastres naturales. ¿Quieres saber más sobre las técnicas que utilizan los meteorólogos?
El tren de tormentas protagonizado por Irma, Katya y José ha mantenido a la atmósfera del Atlántico en un sinvivir. Estos monstruos climáticos parecen estar causados por la combinación de varios factores, siendo el principal las aguas anormalmente cálidas de este océano.
La diferencia entre predecir un huracán y no hacerlo está en las vidas que pueden llegar a salvarse.
Definir la trayectoria de los tornados puede resultar fundamental a la hora de salvar vidas. Por ello, los avances tecnológicos han sido el gran aliado de los meteorólogos para medir estos fenómenos.
Antes de la llegada de la tecnología, los huracanes y las catástrofes atmosféricas llegaban sin aviso y arrasaban todo a su paso. Hoy en día, además de la información acumulada durante siglos sobre estos temporales, existen medios específicos para medirlos como aviones; satélites especializados; drones y computadores de alto desempeño. Todos estos dispositivos permiten hacer un seguimiento más preciso para prevenir a la población.
¿Cómo se realizan las predicciones?
Según la NASA, trazar la ruta de un huracán depende principalmente de la precisión con la que se predicen los vientos en modelos computarizados. «Por lo general, la velocidad y la dirección de los vientos varía con la altitud», explica al respecto la Agencia Espacial Estadounidense.
Para lograr exactitud a la hora de conocer la dirección del huracán son cruciales una monitorización y un seguimiento constante. Debido a las impredecibles variables de estos fenómenos, las informaciones sobre la nueva trayectoria que toma un huracán o tormenta tropical están constantemente actualizándose.
Nuevas técnica: introducirse dentro del propio huracán
A 400 kilómetros de distancia sobre nosotros, la Estación Espacial Internacional se encarga de observar cada movimiento de tormentas y huracanes. Gracias a un constante rastreo, disponemos tanto de imágenes provenientes de los satélites como de los datos que se recogen en vuelos de aviones especializados.
Pilotos, ingenieros y navegadores del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico, y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Estados Unidos, han conseguido recabar información a través de una nueva técnica: introducirse en las entrañas de los huracanes a bordo de un avión turbo-propulsado por cuatro motores, dotado de radares doppler, sensores de microondas, lídares, espectrómetros de vapor de agua y aerosoles.
Una nueva generación de satélites
Además, los satélites pertenecientes a una nueva generación de monitoreo ambiental, como Suomi (NASA), lanzado en 2011, han transformado el seguimiento de huracanes y tormentas.
El satélite Suomi, cuya órbita gira 14 veces al día alrededor de la tierra, se encuentra equipado con radiómetros de microondas que permiten estudiar la humedad y las temperaturas, interfenómenos para analizar presiones, espectrómetros para estudiar niveles de ozono, radiómetros de infrarrojos y radiación térmica.
Gracias a toda la información capturada por estos nuevos instrumentos, procesada a través de supercomputadores que llevan a cabo hasta 213 trillones de operaciones por segundo, los meteorólogos han conseguido ampliar su poder de predicción, lo que permite albergar la esperanza de que algún día estas catástrofes no dejen un rastro de tragedias a su paso.