Una de las formas más crueles y punzantes que el dibujante y productor televisivo Matt Groening, autor de Los Simpsons, tuvo para criticar ciertos hábitos de la familia media estadounidense en los 80 fue mostrar a todos sus miembros sentados e “idiotizados” frente al televisor.
No en vano, durante mucho tiempo, se llamó al rey de los aparatos hogareños “la caja boba”, una nominación que sorprendente y sugestivamente ha cambiado en los últimos años por la de su opuesta “Smart TV”.
Y es que, de hecho, la televisión que conocemos hoy poco o nada tiene que ver con la que tradicionalmente miraron nuestros padres y abuelos, sujeta a horarios inamovibles, a una programación única y a una oferta de contenidos que, a la luz de los que disponemos hoy, parece extremadamente reducida y pobre.
Hace poco más de un año, como panelista de la primera edición de Mediamorfosis, el periodista argentino Reynaldo Sietecase desafiaba a la audiencia, a propósito del caso Vorterix, y proponía: “tomen a cualquier adolescente y pregúntenle si mira televisión. Se van a sorprender con la respuesta”.
En realidad, es posible que los chicos sigan mirando productos televisivos, solo que no necesariamente lo hacen a través del televisor. Tablets y celulares han reemplazado en buena medida al medio privilegiado para el consumo de contenidos en video.
Cambios en las audiencias, cambios en el consumo
Gracias a la conexión de los Smart TV a Internet, el televidente de hoy se ha acostumbrado a consumir contenidos como quiere y donde quiere, y esa idea folletinesca de esperar hasta la próxima semana para ver cómo sigue una historia ha quedado definitivamente enterrada.
Naturalmente, esto altera de raíz la lógica tradicional de los medios masivos de comunicación. Y representa un reto (y un dolor de cabeza, claro) para programadores y publicistas, que ya no dispondrán de una audiencia cautiva esperando pacientemente que ellos les digan qué ver y cuándo verlo.
Según una investigación de Digital TV Research, comentada recientemente por el medio especializado Señal Internacional, “el número de televisores conectados a Internet alcanzará 876 millones en 2020, más del doble en relación a los 415 millones esperados para finales de 2015”.
Más allá de que los fabricantes de SmartTV parecen los grandes ganadores de esta transformación, existen algunos desarrollos, como el de Apple TV, que permiten disfrutar de contenidos alojados en la nube sin necesidad de tener en casa un dispositivo tan costoso.
La apuesta más moderna y actual
Conscientes de hacia donde se mueve el mercado, Movistar está realizando un gran esfuerzo para ofrecer la oferta más completa de contenidos para su Movistar TV y varios son los pasos que ha estado dando el últimos tiempos para tal fin.
Por un lado tenemos la simplificación del servicio. Mientras que otros servicios implican la instalación de hardware o software en la propia Smart TV, Movistar ha llegado a un acuerdo para ofrecer preinstalado Movistar TV en todos los televisores Samsung por medio de un servicio que han denominado Movistar + Ready. Para los clientes de la telco que tengan contratado Movistar TV, esto quiere decir que, su Movistar TV será un plug and play en cuanto enchufen su nueva Smart TV Samsung. Esto implica además de poder controlar toda la televisión con un único mando a distancia y sin tener un decodificador extra en casa ya que está integrado en el propio cerebro del aparato.
Por otro lado, el resto de servicios disponibles en el mercado, aunque ofrecen una solución válida hasta ahora, se queda cortos y hasta desfasados con propuestas más completas como la aportada por Movistar TV. Estos servicios ofrecen o bien la emisión de sus contenidos adaptados al ancho de banda disponible o bien con un cierto retardo apreciable por el cliente cuando a la oferta de canales bajo demanda se suman canales en vivo. Movistar TV para dar una experiencia completa y evitar ambos problemas, ha desarrollado su propia solución basada en tecnología IPTV. En este caso, la señal de video va también por la conexión a internet, pero tiene reservado un ancho de banda fijo que evita las fluctuaciones asegurando la máxima calidad.
Presente y futuro
Si más arriba hablábamos de los fabricantes de Smart TV son de momento los grandes beneficiados hasta ahora de este cambio de tendencia, el acuerdo entre el proveedor de contenidos Movistar TV y Samsung (ambos líderes en sus mercados) nos permite vislumbrar hacia dónde va la oferta de contenidos audiovisuales en el salón del hogar. El enriquecimiento de la experiencia del usuario sumando servicios y la máxima calidad pero a la vez más sencillos de utilizar, con menos elementos y con mayor facilidad de acceso serán algunas de las claves de la Smart TV que está por venir.
Como se ve, atrás, muy atrás, ha quedado la imagen de toda una familia mirando la tele. No porque ya no se pueda disfrutar en conjunto de una buena película, sino porque, si bien eso podrá ocurrir como excepción, la TV conectada tiene hoy un sinfín de sugerencias y propuestas adecuadas a cada gusto y a cada espectador.
¿Cómo sigue la historia? Es difícil saberlo por ahora. Y no hay spoiler capaz de anticiparlo.
Este post se basa en un post publicado en el blog de Tendencias Digitales de Telefónica.
Imagen: @VIA Gallery, distribuida con Licencia CC BY 2.0.